Rivera: «No venimos a ser la llave, sino el timón para dar un cambio profundo»

El presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, se dio ayer un paseo matutino por la calle Santiago de Valladolid.Le acompañaron en su breve visita a la ciudad del Pisuerga el candidato de la formación naranja a la Presidencia de la Junta de Castilla y León, Luis Fuentes, y el cabeza de lista a la Alcaldía, Jesús Presencio.

Unas trescientas personas se congregaron en torno al político emergente, que inició su rápido recorrido en la Plaza Mayor. Fue escaso el público que acompañó a Rivera, si se compara con las visitas de los grandes líderes nacionales del PP o el PSOE. Pero eso sí: muy junto. Apiñada y muy rápida, como lo es en la palabra el líder de Ciudadanos, la comitiva llegó a la Plaza de Zorrilla.

Entre medias, la calle más populosa de la muy castellana Valladolid oyó, en reiteradas ocasiones, gritar un nombre en catalán: ¡Albert, presidente! Era el ‘grito de guerra’ de unas pocas decenas de militantes que vestían la camiseta del color corporativo con las siglas «C’s».

En un pequeño tenderete instalado junto a la fuente circular, Rivera posó con sus candidatos y desplegó sus argumentos ante una hueste de micrófonos y grabadoras. «¿Van a apoyar al alcalde de Valladolid?», le preguntaron. «A nuestro alcalde de Valladolid, sí», respondió.«Nosotros venimos a ganar el partido, no venimos a apoyar a los que llevan haciendo lo mismo durante 35 años».

El mejor Rivera utilizó su habilidad dialéctica en cada pregunta. Eso sí, fue respetuoso con la situación procesal del alcalde de Valladolid y candidato del PP, Javier León de la Riva. «No voy a valorar si los tribunales han retrasado o no la sentencia», dijo en respuesta a un periodista. «Yo cuando hablo de que no haya imputados en la política me refiero a los casos de corrupción, no a asuntos personales».

Pero el interés se centraba en conocer qué exigirá a Javier León de la Riva y a Juan Vicente Herrera si, como pronostican algunos sondeos, llegan a necesitarle en un acuerdo de gobierno o de investidura. «Para sentarnos a hablar hay que elevar el listón democrático y ético, y eso supone listas abiertas, primarias en los partidos y acabar con los aforamientos en España», aseguró.

Sin embargo, el presidente de Ciudadanos puso el acento en que quiere mucho más que la llave de la gobernabilidad en el Parlamento regional: «Lo que intentaremos es tener el timón, más que la llave, en el Gobierno. Intentaremos gobernar Castilla y León y dar un cambio profundo en la forma de entender la política, en el fondo y en las formas».

Tras señalar que las encuestas «no sólo son buenas, son excelentes para Ciudadanos» porque pronostican para el partido «entrada a todos los parlamentos autonómicos y en la mayoría de las capitales de provincia», el político barcelonés hizo numerosas alusiones a la situación en Andalucía. Allí el PSOE «se ha levantado de la mesa en cuanto se le ha mencionado la corrupción y los imputados» en una negociación en la que, por otra parte, «el PP ni está, ni se le espera».

En cuanto a sus propuestas de eliminación de las diputaciones, Rivera argumentó que el objetivo final «no es tener alcaldes, es tener servicios públicos» y él no quiere «municipios en quiebra» para mantenerlos. «Que no se tenga que subir el IBI para pagar estructuras políticas», por lo que propone mancomunar esos servicios «como hacen muchos países de Europa». Y es que en las diputaciones «hay mucho político y mucho cargo de confianza», dijo.

También puso como modelo la política de otros países en la sanidad. «A la gente que no tiene permiso de residencia en España le damos un catálogo [de servicios sanitarios] mucho más amplio que en el resto de Europa, que es lo que Ciudadanos hará», pero sólo a los ciudadanos españoles o residentes en España se les dará un «catálogo completo».

Calificó como un «orgullo» que un catedrático «precisamente de Castilla y León» y una persona «del prestigio de Sosa Wagner» le apoyara el día anterior en Oviedo «y que nos apoye también en Castilla y León». En cualquier caso, puso por encima de todo el diálogo de cara al próximo tiempo político: «Espero que con los resultados del 24 de mayo, todos seamos un poco más humildes y generosos a la hora de dialogar, y asumamos que los españoles piden cambio», sentenció.