«Aquí el PP es como un régimen, y éstos acaban siendo totalitarios»

Son muchos los que reconocen su buena labor de oposición desde Izquierda Unida en estos cuatro años en las Cortes de Castila y León, pero él no repetirá como candidato. Mandaron las primarias, que auparon a José Sarrión como cabeza de lista, aunque José María González recalca que tendrá su apoyo para mejorar los resultados en las elecciones autonómicas de mayo. El abulense se muestra así confiado en el papel de su partido para «gobernar o condicionar las políticas de la Comunidad».

José María González se expresó así en La Quinta Esquina, programa de La 8 emitido anoche en el que participan DIARIO DE VALLADOLID / EL MUNDO y Castilla y León EsRadio. Dijo ver el cambio tras 28 años de gobierno del PP, el partido con el que menos se plantearía un pacto, que sí se dio hace cuatro años en Extremadura. «Aquí el PP es como un régimen, y los regímenes acaban siendo totalitarios. Allí era diferente, el PSOE se negó a negociar con IU porque lo que no fuera gobernar ellos como buen régimen no lo aceptaban».

¿Y con quién pactaría su formación de izquierdas? González lo tiene claro: «Con cualquiera que trabaje para recuperar los derechos perdidos, para hacer justicia social mediante la justicia fiscal y para no aplicar el artículo 135 de la Constitución -el que antepone el pago de la deuda pública- dentro de lo posible. Las limitaciones autonómicas son las que son, pero hay espacio para la alegalidad». Prefiere no dar nombres de partidos, aunque lo que de verdad desea es «tener el dilema de tomar esa decisión».

Eso significaría tener unos buenos resultados, más allá de la simple representación –un procurador–de hace cuatro años, algo que ya no le sirve a González, que solo se fia de los resultados de las europeas. «Nos daban cinco, aunque a mi me resultan insuficientes», y matiza que esos comicios «tienen un componente de irrealidad para IU, porque siempre es donde peores resultados saca».

Dice eso porque no se cree la traslación de encuestas nacionales al ámbito regional. En cualquier caso, cree que para gobernar necesitaría apoyo fuerte en los municipios, algo que significaría en 350 candidaturas municipales. «Eso sería lo ideal».

En cuanto a su situación particular, una vez derrotado en las primarias, el todavía portavoz de IU repite tres veces la palabra ‘trabajo’. «Hasta que haya nuevo parlamento voy a cobrar el salario y a trabajar también de coordinador del partido, que es diferente que si fuera yo el candidato, pero estaré implicado en campañas». E insiste en que no será candidato ni irá en ninguna lista para esos comicios. «En mi ánimo no estaba ser procurador, sino candidato a la presidencia». De lo que no despeja la incógnita es de si abandonará su papel de coordinador. «Ahora en mi cabeza solo está finalizar el mandato», zanja González.

Sobre si esa bicefalia será dañina para la organización, como ya pasara durante esta legislatura en el PSOE, el abulense se remonta a los tiempos en que coincidian José Luis Conde y Antonio Herreros. «Se trabajaba al alimón, sin problemas. Las crisis son diferentes, porque se derivan de querer estar para tener poder, como ocurrió en el PSOE».

Convencido de la paz interna, refrenda su apoyo al proceso de primarias, sistema que, afirma, «empezó a defender hace tiempo». Observa que ahora la mayoría de los partidos copian el sistema. «Ahora estamos viviendo un acné adolescente en todo el país a todos los niveles, políticos y sociales», analiza.

Admite, eso sí, que el resultado de las primarias ha deparado un candidato, Sarrión, con el desconocimiento por parte de los ciudadanos como ‘handicap’, pero aboga por trabajar «para que esa debilidad sea ahora una fortaleza y lo que era mi fortaleza lo sea ahora en la candidatura de Sarrión», explica casi en un trabalenguas. Un candidato que irá en la lista por Valladolid, como es tradicional. «Históricamente en IU ha sido así», justifica.

Precisamente sobre la ciudad del Pisuerga también se pronunció José María González, cuestionado sobre si la fórmula de que IU se integre en la coalicción Valladolid Toma La Palabra es una manera de enmascarse. El coordinador regional lo niega categóricamente: «Es un avance en el proceso de convergencia iniciado ya en enero de 2014, mucho antes de las elecciones. Se empezó a trabajar con todos los que ya estaban colaborando desde los barrios». Y añade en defensa de las alianzas: «Las siglas son un instrumento, no un objetivo, y éstos se pueden mejorar dándoles fuerza y mejorándolos. Trabajamos para ampliar el marco de búsqueda en las políticas».

Un proceso de integración que se ha dado también en Burgos o León, mientras en otras capitales como Ávila o Zamora, IU llevará en la papeleta sus siglas tradicionales. «Pero eso no significa que no hayamos trabajado allí también con otros colectivos», aclara.

Aunque integrados, las primarias de VTLP han deparado que los tres concejales actuales en el Ayuntamiento lideren también la lista de la coalición, algo que González sintió con satisfacción, pero no con sorpresa. «Yo estaba convencido de que Manuel Saravia ganaría y que María Sánchez y Alberto Bustos estarían entre los cuatro o cinco primeros de la lista, pero no por mandar, porque el poder es asambleario, sino porque cuando Saravia sea alcalde dentro de unas semanas tendrá un gran equipo», explicó con optimismo.