El Ayuntamiento restringirá las terrazas permanentes en la calle

La instalación de terrazas permanentes en la calle por parte de bares y restaurantes se mirará con lupa con la nueva ordenanza que aprobará hoy la Gerencia de Urbanismo. Este tipo de instalaciones fijas ya fue objeto de polémica a raíz de algunas denuncias vecinales por usurpación del espacio público. Además de clausurar alguna de las autorizadas, el Ayuntamiento decidió la paralización de nuevas concesiones.

Con la nueva ordenanza se levanta el veto, pero con muchas prevenciones. A partir de ahora este tipo de terrazas requerirá de una autorización especial. El Ayuntamiento lo sopesará mucho antes de conceder nuevas instalaciones de este tipo y está previsto incrementar la tasa a pagar por entenderse desde Urbanismo que, a diferencia de las que funcionan sólo durante la temporada de verano, éstas ocupan la vía pública todo el año.

El texto de la nueva ordenanza recoge que las estructuras fijas o semipermanentes «deberán ser objeto de una autorización específica» y se añade que, como criterio general, no se autorizarán anclajes o cimentaciones en las aceras para este tipo de terrazas.

A propuesta del Grupo Socialista se acordó incorporar un punto en el que se recoge la obligación de aquellos establecimientos que instalen este tipo de terrazas de pagar una fianza que cubra posibles imprevistos a la hora de desmontarlas.

La nueva ordenanza, una revisión de la que está en vigor desde agosto de 2011, llega a su aprobación definitiva tras más de un año de tramitación y pone el énfasis en el control de la ocupación de la vía pública, el espacio por el que se mueven los peatones.

En esta línea va otra de las novedades que se incorpora al texto. Para prevenir la invasión de las aceras por las terrazas se recurrirá a un método tan simple como marcar en el suelo con unas señales.

Además de obligar al establecimiento a colocar en el exterior un plano visible de la superficie autorizada, el texto recoge que el Ayuntamiento «podrá aplicar» en la vía pública un sistema de señalización. El objetivo es claro: que la Policía Municipal sepa con un vistazo, sin tener que recurrir al metro, si una terraza se ajusta al espacio que tiene asignado

El marcaje es una de las novedades, quizá una de las más llamativas, en la nueva ordenanza, que permitirá cierta flexibilidad para la instalación de mobiliario siempre y cuando no sean terrazas ubicadas en el casco histórico. Aquí se prohíbe cualquier tipo de publicidad que no sea la que hace referencia al nombre del local. También se prohíben en el casco histórico el uso de mesas y sillas de plástico o de materiales que contengan resinas.

Donde parece que no habrá cambios es en las distancias que deben mantener las terrazas respecto a la fachada para permitir el paso de los viandantes.

Las ubicadas en aceras de más de 3,5 metros deberán estar montadas fuera de la fachada, junto al bordillo de la acera. Si la acera tiene entre 3 y 3,5 metros puede adosarse pero siempre que se deje un pasillo de 1,80 metros para que puedan pasar los peatones.