La tercera plantilla con una media de edad más elevada

El profesorado de las universidades públicas de Castilla y León tiene una media de edad de 45 años, tres año y medio más que la plantilla ‘tipo’ de los centros públicos del país. Sólo dos instituciones académicas superan esa marca: Canarias, con 45,9, y La Rioja, con 47,1. Sin embargo, en la red privada la edad media baja hasta los 25,3.

La Universidad de Salamanca lidera el ranking autonómico. La edad media es de 46 años, dieciseis más que en la Pontificia.

En el sistema público, sólo el 6,5% de los docentes tienen menos de 30 años, porcentaje que se duplica hasta el 12,6% en el caso de las cuatro universidades privadas.

En esta ocasión, la plantilla más rejuvenecida es la de la UBU, donde un 8,8% de sus docentes no ha cumplido los 31. León figura en el extremo contrario (5,6%).

En proceso de jubilación, superados los 65 y sin llegar a los 67, se encuentran el 13,7% de los profesores e investigadores que desarrollan su labor en alguna de las cuatro instituciones públicas de Castilla y León, porcentaje superior, nuevamente, a la mayoría de los centros españoles.

Esta ratio contrasta y mucho con la que presentan las universidades privadas, donde los docentes que peinan canas apenas representan el 4,4% del total de la plantilla.

Con un 17,3%, la USAL se pone en cabeza, si bien llama la atención el caso de la Pontificia que, con un 10,4% de profesores en ese abanico de edad, supera incluso a la Universidad de Burgos.

Ése es el perfil por edades. Por sexos, el 58% de los docentes e investigadores en Castilla y León son hombres. Este porcentaje baja al 56,7% si sólo se analizan las universidades públicas, mientras que escala al 65,3% en el caso de las cuatro privadas.

De las 6.470 personas que, en el curso 2013-2014, integraban las plantillas de las cuatro universidades públicas, algo más de la mitad, 3.235, son funcionarios. Otro 30% son profesores titulares (1954) y apenas un 9,5% son catedráticos de universidad.