«Que no se engañe nadie, la justicia no es igual para todos»

Para el decano de los abogados de Valladolid, Jesús Verdugo, del funcionamiento de la justicia se extrae una conclusión clara –y «que no se engañe nadie»–: «No es igual para todos». ¿Por qué? Porque «no para todos hay las mismas circunstancias, ni se produce bajo los mismos hechos o existen los mismos componentes». Y es que la condena a prisión del exalcalde de Arroyo, José Manuel Méndez –él formó parte como letrado de parte de la defensa del ‘caso Arroyo’–, podría no haberse producido bajo «otras circunstancias y otro tribunal», manifestó. Pero es que «así es la justicia de los hombres».

Jesús Verdugo acudió a La Quinta Esquina de la 8, espacio en el que partician DIARIO DE VALLADOLID-EL MUNDO y Castilla y León esRadio, y donde analizó lo que supondría una eliminación de los partidos judiciales. «Somos 83 decanos en toda España y el 90% opinamos lo mismo: deben desaparecer ámbitos territoriales que lastran el funcionamiento orgánico». Es decir, hay partidos –no se refirió a todos– que deberían echar el cierre. En Valladolid quedan dos, además de la propia capital: Medina del Campo y Medina de Rioseco. En el primer caso, «los jueces están agobiados». En el segundo, no está tan claro: «Habría que ver si se cumplen las ratios, comparar con otros...». Le sucedería lo mismo al de Villalpando, en Zamora. Pero, efectivamente: «Si no es rentable, el partido judicial de Medina de Rioseco debe desaparecer» y quedar «sólo» Valladolid y Medina del Campo.

«¿Dónde se crean los juzgados de lo penal? En la ciudad, excepto casos especiales, como Cervera, que está apartado, o Vigo, en Pontevedra. ¿De lo mercantil? En la ciudad». De este modo argumentó el decano del Colegio de Abogados su visión sobre una hipotética supresión de los partidos judiciales, idea inicial de Gallardón, desechada el pasado verano pero que sigue muy presente en el ámbito de la Justicia.

«A mí me encanta ir a Medina de Rioseco; y a ver si va a resultar que me demuestran que tienen unas ratios igual que el partido de Sabadell», apostilló.

Y sobre reordenación territorial –en el ámbito jurídico– prosiguió la charla. Verdugo vio obvio que Valladolid, si lo ampara la legislación, cuente con salas del Tribunal Superior de Justicia de Castillla y León que actualmente no posee. «Si hay sala de lo social o de lo contencioso-administrativo, ¿cómo no va a tener Valladolid una de lo civil y otra de lo penal?» se preguntó retóricamente el letrado. Puso el ejemplo de Andalucía, donde Sevilla es la sede de su TSJ y en Málaga o Granada hay salas de estos tribunales. De este modo, aunque la sede se mantuviera en Burgos, las salas se desdoblarían por completo, teniendo opción de desarrollarse procesos similares en la capital vallisoletana que en la burgalesa.

De nuevas salas –físicamente hablando– se nutre parte de las reivindicaciones de la justicia vallsoletana. La Ciudad de la Justicia es necesaria: «Si se centralizara, todo iría mejor, sobre todo en cuestión de tiempos. Pero hay un desprecio, un interés que lo evita». Verdugo, quien elogió la ‘campaña’ del presidente de la Audiencia Provincial, Feliciano Trebolle, para conseguir la centralización de todos los juzgados de la capital, confesó que cuando éste dice que pueden llegar 300.000 euros le da «la risa», pues «dice que igual en diciembre se desbroza el solar», pero «para el Ministerio no pasa nada que dure 10 o 12 años», añadió.

El decano de los abogados se manifestó en contra de transferir las competencias de justicia a las comunidades autónomas. «Yo me quedaría como estamos, no sea que se nos atragante». Y es que las cosas «no pueden ir mejor ni peor»; si acaso, en los últimos tiempos el Ministerio «ha mejorado» los pagos de los abogados en turnos de oficio, muy retrasados. «Acaban de cobrar el tercer trimestre de 2013», apuntó.

Dijo que los años peores para la justicia vallisoletana han sido, de momento, 2013 y 2014. Las tasas de Gallardón, a quien calificó como «el peor ministro de la historia» anteriormente, hacen mella. «Hay procesos que serían litigables, pero al costar el recurso de apelación 800 euros, dejan de serlo», ejemplificó. Y es que Gallardón llegó «como el Cid Campeador pero después saquea la Administración de justicia. Dijo que iba a hacer una revolución en la Justicia, y menos mal que se fue hace unos meses, porque si no...».

Verdugo se preguntó por el paradero de la recaudación de las tasas judiciales, que iba a servir para «nutrir la justicia gratuita». No obstante, «nadie sabe dónde está; a lo mejor ha ido a subvencionar algo, que seguro que está bien si lo necesita, pero si son 500 millones de euros, al menos que tengan el cuajo de decir dónde están 250, manifestó».

Las tasas iban encaminadas a evitar la masificación en los juzgados. Al menos, así lo dejó entrever el anterior ministro. No obstante, lo que precisa la Administración para ser eficiente es «organización, control, medios personales y tecnológicos». Porque «los juicios rápidos no han adelantado nada». Ahora mismo, hay lugares donde se están fijando juicios «para 2019» y, él mismo, tiene citas dentro de más de dos años.

Verdugo es el letrado de Lino Rodríguez, presidente de Asaja Valladolid. Sin embargo, en este asunto prefirió no hacer declaraciones como abogado: «Soy mero intermediario y sin su autorización, no puedo decir nada», sentenció el decano de los letrados.