Cerca de 300 comunidades vecinales alquilan los centros cívicos durante el mes de enero

Las comunidades de vecinos son los primeros ‘clientes’ de los centros cívicos desde que a principios de año entrase en vigor la medida que permite el alquiler de estas instalaciones. Y vaya si lo han aprovechado en este primer mes. Unas trescientas comunidades vecinales alquilaron alguno de los 13 centros cívicos repartidos por los barrios de la ciudad, con un desembolso total de 2.000 euros. Con el inicio de año son muchas las comunidades que celebran reuniones para dar cuenta del ejercicio y un buen número de ellas optaron por hacerlo en el centro cívico del barrio, previo pago claro. En función de las dimensiones del salón, las trescientas que utilizaron este recurso el primer mes pagaron entre nueve y 18 euros, una cantidad que no deja de ser simbólica y permite disponer de un sitio adecuado en lugar de organizar estos encuentros en el garaje de turno.

¿Por qué las comunidades tienen que pagar? La concejala de Participación Ciudadana, Domi Fernández, recuerda que «no son entidades sin ánimo de lucro», exentas de pago según se recoge en el reglamento que regula el uso de estos centros. Para ser exactos, además de ser entidades sin ánimo de lucro, para utilizar gratis estos centros hay que estar inscrito en el registro de asociaciones del Ayuntamiento.

Lo cierto es que un mes después de ponerse en marcha la medida el trasiego de usuarios es frecuente, un dato que a juicio de la concejala revela la buena acogida y demuestra que los precios no son en absoluto gravosos.

Recuerda Fernández que la decisión de alquilar los centros cívicos se adoptó a raíz de la demanda de los grupos de teatro y colectivos varios ante la ausencia de lugares adecuados para sus actividades. El cierre de la sala Borja, un clásico por el que pasaron todos los colectivos teatrales de la ciudad no hizo más que agravar las cosas.

Aunque hasta el momento sólo son las comunidades de vecinos las que han alquilado los centros, la concejala asegura que ya se han interesado varios grupos de teatro, «que lo ven como la salvación». Solo aquellos grupos de utilicen los salones de un centro cívico y deseen cobrar entrada tendrán que pagar por el alquiler según un listado de tarifas que ya está fijado. Además, el Ayuntamiento establece también el precio máximo que puede cobrarse a los espectadores y que no puede superar los ocho euros.

El dinero que se obtenga se utilizará en las tareas de mantenimiento de los centros.

Alquilar el salón de un centro cívico oscila entre los 52 euros por media jornada, mañana o tarde, y los 360 euros, como máximo por un día, precios establecidos en función de la capacidad del local. Las tarifas se aprobaron a finales del mes de noviembre en la comisión de Hacienda del Ayuntamiento, después de que la Intervención municipal diera el visto bueno. Las tarifas entraron en funcionamiento el 1 de enero.