La demolición del monumento a Onésimo Redondo costará 114.000€

La demolición del monumento a Onésimo Redondo, que domina la ciudad desde el cerro de San Cristóbal, costará 114.000 euros y el Ministerio de Industria, titular de los terrenos y el que correrá con los gastos de la operación, deberá dejar el lugar en perfecto estado de revista desde el punto de vista urbanístico. Es la cantidad que figura en el proyecto remitido en diciembre pasado por Industria al Ayuntamiento de Valladolid en cumplimiento de la Ley de la Memoria Histórica para la retirada de todo el conjunto, de hormigón y acero.

Y esa es la licencia de demolición que aprobará la junta de gobierno del Ayuntamiento y que supone el principio del fin de una controversia que se arrastra desde hace años. Una polémica que había arreciado después de que el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León ordenara al Consistorio la elaboración de una lista de vestigios de la dictadura franquista con vistas a su eliminación y en la que no figuraba el monumento a Onésimo Redondo, fundador de las Juntas de Ofensiva Nacional Sindical, las JONS, al no ser de titularidad municipal.

Ya en su día se anunció que la idea del Gobierno era desmontar la estructura y trasladar el conjunto estatuario, formado por cinco figuras y flanqueado por dos grandes pináculos de hormigón, al Museo de la Memoria Histórica de Salamanca. Pero la eliminación del monumento levantado en 1961 en honor del dirigente político falangista, nacido en Quintanilla de Onésimo -municipio que lleva su apellido en su honor- y enterrado en el cementerio de El Carmen, en Valladolid, estaba en una especie de limbo hasta que hace unos días el juzgado de lo Contencioso Administrativo número 2 falló, en un auto dado a conocer el lunes, que daba por cumplida la sentencia sobre la retirada de símbolos franquistas por parte del Ayuntamiento.

Dos días después de saltar la noticia, ELMUNDODEVALLADOLID desveló que el Ayuntamiento concedería la licencia para la demolición solicitada por Industria.

Tal y como estaba previsto, el conjunto escultórico se trasladará al Museo de la Memoria Histórica de Salamanca, aunque se desconocen los plazos para llevar a cabo el desmontaje del monumento.

Como todas las operaciones de este tipo dentro del término municipal, también ésta requiere de una memoria-proyecto, como la presentada por Industria, y la consiguiente licencia del departamento de Urbanismo.

Los trabajos consistirán en la retirada de la gran estructura y la cimentación, pero sin proceder al movimiento de tierras al estar el conjunto asentado en unos terrenos que están catalogados como rústicos de protección.