El juez da por cumplida la sentencia que cambió 12 calles franquistas

La sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León que obligaba al Ayuntamiento a cambiar los nombres de calles y símbolos relacionados con la dictadura franquista y la Guerra Civil está ejecutada al atenerse el Consistorio a lo recogido en el fallo del TSJ. Así lo recoge un auto del Juzgado de lo Contencioso Administrativo número 2 de Valladolid, que desestima el incidente de ejecución interpuesto por el ex concejal de IU, Alfonso Sánchez, en el que se instaba el cumplimiento del fallo del TSJ al considerar que el Ayuntamiento se quedó corto al cambiar los nombres de doce calles y un puente, el de García Morato, que pasó a llamarse de Adolfo Suárez.

A juicio de Sánchez, el catálogo de calles y símbolos fue incompleto y ni siquiera se cumplió con lo recogido en el informe elaborado por el catedrático emérito de Historia Contemporánea de la UVA Jesús María Palomares, encargado por el Ayuntamiento de realizar el estudio. El ex concejal de IU, proponía en su recurso la supresión también de los nombres de las calles Italia, Alemania y Portugal, de la denominación del barrio Cuatro de Marzo y, entre otras peticiones, incluía también la retirada de la cruz laureada de San Fernando del escudo de Valladolid y del monumento a Onésimo Redondo en el cerro de San Cristóbal.

El juzgado, por contra, sostiene que el Ayuntamiento se ciñó a la sentencia, en la que se recogía que debía elaborar un catálogo de vestigios relacionados con la dictadura y la Guerra Civil y adoptar las medidas oportunas para determinar que escudos, insignias, placas y otras menciones debían ser retiradas.

Recuerda la magistrada juez del Juzgado de lo Contencioso número 2, María Luaces Díaz, que en la sentencia del TSJ no se ordena al Ayuntamiento que retire el nombre de las calles y barrios que enumera «el ejecutante» en su recurso, ni a retirar los monumentos, en alusión al erigido en el cerro de San Cristóbal en honor a Onésimo Redondo o la cruz laureada de San Fernando.

Argumenta la magistrada que se realizó «una labor de investigación» para determinar qué elementos o calles pueden tener connotaciones con el franquismo, pero es el Ayuntamiento el que debe «investigar, evaluar, determinar y concretar los escudos, insignias placas y objetos y llevar a cabo un catálogo».

Añade que si alguien considera que el catálogo está incompleto y que faltan vestigios y nombres que debe ser eliminados también «podrá ser objeto de petición administrativa y será el Ayuntamiento el que deberá de resolver si es procedente o no», pero concluye que «no procede en la fase de ejecución actual extralimitarse» en lo que manda la sentencia.

En consecuencia, rechaza la petición de Sánchez, declara «la total ejecución de la sentencia» por parte del Ayuntamiento y además impone las costas procesales al recurrente, «con un límite en la tasación de 150 euros».

Contra la sentencia cabe la posibilidad de interponer un recurso de apelación ante el mismo juzgado en el plazo de quince días.

Tras el cambio, la calle Rosario Pereda pasó a denominarse Concha Velasco y Antonio Lorenzo Hurtado dio paso a la calle José Delicado Baeza. La calle Alférez Provisional cambió a Padre Benito Menni, Héroes de Alcántara sustituyó a Héroes del Alcázar; José Antonio Primo de Rivera recuperó el nombre que tenía en el plano de 1738 y pasa a ser Los Molinos y Sargento Provisional pasó a ser la calle de La Transición. García Morato recuperó también su nombre y pasó a ser el Paseo del Hospital Militar.