tribunales
El fiscal pide 12 años de prisión para el joven acusado de matar a su compañero de piso
A.G.R.M. asestó varias cuchilladas a R.V.F., de 19 años, tras una discusión sobre el cultivo de unas plantas de marihuana
El fiscal ha pedido 12 años de prisión por homicidio al joven A.G.R.M. acusado presuntamente de matar en agosto de 2013 a su compañero de piso – R.V.F., de 19 años- en una casa abandonada en Valladolid, donde contaban con una plantación de marihuana. La acusación particular ha solicitado 15 años de prisión por asesinato mientras que la defensa pide la continuación del procedimiento por homicidio, con eximentes.
El Juzgado de Instrucción número 1 de Valladolid ha dictado auto de apertura del juicio oral contra A.G.R.M. por delito de homicidio "en cualquiera de sus formas". Los hechos justiciables corresponden al crimen en la plantación de marihuana de una casa abandonada en el Callejón de la Alcoholera, de la capital vallisoletana. La resolución, que no es recurrible, señala que el órgano competente para el enjuiciamiento es el tribunal del jurado de la Audiencia Provincial de Valladolid.
La Policía detuvo en agosto de 2013 a un hombre por la muerte del joven de 19 años, cuyo cadáver apareció con signos externos de muerte violenta y en avanzado estado de descomposición en una casa baja semiabandonada del Callejón de la Alcoholera de Valladolid capital, donde ambos acudían regularmente para regar y cuidar las plantas de marihuana. Se trataba de su compañero de piso en el barrio de Las Delicias y el mismo que había denunciado su desaparición, algo que presumiblemente hizo seis días después de cometer el homicidio.
Tras el análisis del cuerpo por parte de los forenses y las correspondientes pruebas médicas, las evidencias en el lugar del suceso y en la casa en común les llevaron a deducir que A.G.R.M. era el autor.
El auto del juez recoge que los dos jóvenes entablaron una violenta discusión con motivo del cultivo de las plantas de marihuana y en la que A.G.R.M. cogió un cuchillo de cocina de 20 centímetros, que se encontraba en la vivienda, para asestar a R.V.F. numerosas en espalda y pecho hasta causarle la muerte por hemorragia aguda.
El homicida acudió en días sucesivos al lugar donde se encontraba el cadáver con intención de trocearlo con un hacha e introducirlo en una bolsa de plástico para hacer desaparecer el cuerpo. Finalmente, desistió de esta operación y se limitó a echar lejía sobre el cadáver para enmascarar el olor.
La Policía encontró unas semanas después el cadáver, en un “muy avanzado de putrefacción”, tras una tentativa de robo en esa vivienda semiabandonada.