Dimite el presidente de la asociación provincial de hosteleros «cansado de luchar sin apoyos»

Se marcha cansado de pelear en solitario. El presidente de la Asociación Provincial de Empresarios de Hostelería (Apeh), Jaime Fernández Lafuente, presentó su dimisión «irrevocable» por motivos «personales y profesionales».

Su sustituto, de forma interina, es Desiderio Esteban, dueño de El Nogal, vicepresidente de hoteles desde hace unas semanas después de que también se marchara, por motivos laborales, Ángel Miguel Álvarez. En una reunión del comité ejecutivo que se celebrará mañana miércoles se decidirá la fecha de las elecciones a presidente de la Apeh. Y en la misma Fernández expondrá con más detalles las razones de su dimisión aunque las ciñó a dos palabras: cansancio y falta de respaldo.

«Me he encontrado muy solo y he decidido dejar paso a otro porque, quizá, no he conseguido hacer el equipo necesario para sacar adelanto los proyectos. El sector debe de estar más unido. La situación es complicada, pero hay que implicarse más para que la Apeh tire para delante», aseguró Fernández, antes de dejar claro que ha «disfrutado» a pesar de haber «trabajado muy duro» en los últimos tres años.

Desde fuera del sector, la sorpresa ha sido mayúscula, máxime cuando el propio Fernández decidió concurrir en junio de 2014 a la reelección por dos años más tras un primer mandato bienal entre el 28 de febrero de 2012 y junio de 2014. Y más aún cuando el pasado 24 de noviembre, en el programa de La 8 ‘La Quinta Esquina’, en pleno debate de la dimisión de José Antonio de Pedro de la CVE, descartó hacer algo parecido de forma categórica.

Pero dentro de la hostelería ya nada asombra después de los últimos acontecimientos que concluyeron en marzo con la marcha de 38 hoteles para crear su propia asociación y recientemente con la salida del director de Marketing, Luis Ángel Chico, también presidente de la Federación de Turismo Rural de Castilla y León (Acaltur), un abandono que ha dejado encallada la apuesta de la página web visitavalladolid.com, uno de los objetivos estrella del que iba ser su último mandato.

La salida antes de tiempo no es nueva en la Apeh. Jaime Fernández desembarcó tras una dimisión imprevista de su antecesor, Juan Ramón García, quien buscó tiempo para sus negocios particulares.

Fernández, dueño de Moka y de otra decena de negocios –cafeterías de la UVAcomo Medicina o Filosofía, empresas de catering y de vending, entre otras– también da un paso al lado para atender sus compromisos profesionales, aunque esta decisión no explica del todo su dimisión.

Decidido a impulsar una asociación fuerte, independiente y saneada, se dejó varios pelos en la gatera (léase amistades) cuando luchó contra los morosos de la Apeh nada más llegar. Luego le tocó tratar de blindar la independencia de Hostelería de Valladolid en eventos organizados junto con el Ayuntamiento y otras administraciones, lo que ha llevado a tiranteces con la concejala Mercedes Cantalapiedra y no tanto con León de la Riva. 

La experiencia más agria ha sido con el Concurso Nacional de Pinchos. Fernández y gran número de hosteleros de Valladolid opinan que el campeonato de España ha sido abducido completamente por el Ayuntamiento y Gastronomicom, la empresa organizadora, y temen que este tsunami se extienda al Provincial y a la Feria de Día.

Pero si Fernández esperó alguna vez encontrar el hombro amigo en las reuniones o en un asociacionismo creciente, la inercia de la asociación –tradicionalmente muy desapegada– le han minado la moral por completo. Asambleas desangeladas y un nulo respaldo, o así lo cree, en su batalla institucional, le han impulsado a tirar la toalla. En Valladolid existen 4.000 profesionales, de los cuales 400 están asociados y las asambleas no suelen congregar más de medio centenar.