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Findus salva la fábrica vallisoletana de Nestlé

El grupo sueco compra la planta vallisoletana y la marca La Cocinera para elevar un 50% su producción en 4 años / Se convierte en su primer centro productivo en España / «Estaba abocada al cierre», dice el comité

Trabajadores de Nestlé del turno de la mañana ayer saliendo de la fábrica-PABLO REQUEJO

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J. Luis F. del Corral

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Estaba abocada al cierre, según los sindicatos, y ya no era rentabale para Nestlé, según la compañía. Cincuenta y un años después de construir la fábrica de Valladolid, la multinacional suiza abandona la capital vallisoletana y su principal y único centro de producción en Castilla y León. La planta de congelados que ocupa a 230 trabajadores y su marca La Cocinera pasan a manos del grupo sueco Findus, que aspira a convertir las instalaciones de la calle Azucarera del Polígono Argales -74.594 metros cuadrados- en el primer centro de producción de platos preparados de España con un 50% más de producción en cuatro años.

La decisión fue comunicada a las nueve y media de la mañana a un pequeño grupo del comité de empresa, una hora después al turno de trabajadores de la mañana y a las 16 horas al resto. Eran las 10.35 cuando Findus se adelantaba y hacía pública la noticia, doce minutos antes de hacerlo en un escueto comunicado la vendedora Nestlé.

«La empresa de congelados Grupo Findus ha alcanzado un acuerdo con Nestlé España para adquirir el negocio de congelados La Cocinera, que incluye la marca La Cocinera y el centro de producción de Valladolid», señalaba el comunicado de la multinacional con sede en Estocolmo y cuya filial española radica en Tajonar (Navarra).

Los directivos de ambos grupos, que dieron la noticia a la plantilla, anunciaron su intención de mantener los 200 empleos actuales fijos, aunque nada se ha precisado de los 30 eventuales o en manos de ETTs.

Findus sugirió su voluntad de impulsar la planta vallisoletana con nuevos productos y planes de producción, que no concretaron. Sus directivos llegaron a cifrar este avance en conseguir 22.000 toneladas en cuatro años, 7.000 más que las actuales. La adquisición de la fábrica a Nestlé «permitirá a Findus Sur reforzar su posición en la categoría de platos preparados congelados en Francia, España y Bélgica». La operación, que lleva cerrada escasos días, convertirá la fábrica de Valladolid «en el nuevo centro de excelencia de Findus para este tipo de productos», lo que permitirá «acelerar sus planes de crecimiento en estas categorías en el sur de Europa», según el comunicado difundido. Un portavoz autorizado de Findus destacó el carácter innovador de la fábrica adquirida y no dudó en advertir de que es una buena noticia para Valladolid, que alcanzará el 6,4% de cuota de negocio y se acercará a su competidor Pescanova, que supera el 9%.

El acuerdo no es definitivo porque está sujeto a la aprobación de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia, motivo alegado por vendedores y compradores para no dar más detalles de la transmisión. Nestlé se limitó oficialmente a justificar la venta dentro de «su revisión permanente de portafolio» de productos. Eso sí, dejó claro que no forman parte del acuerdo las masas refrigeradas –obleas, hojaldre, pasta brisa...-, que pasarán a comercializarse bajo la marca Buitoni, que ampara las gamas de pizzas congeladas y pastas y salsas refrigeradas.

Estos productos que mantendrá Nestlé apenas ocupan a diez trabajadores de los 230 de la planta de Valladolid. La empresa compradora estaría dispuesta a asumir esta plantilla. La vendedora abre la puerta a trasladarlos a uno de los once centros productivos de España. Ni Findus ni Nestlé tienen prisa por acelerar esta escisión y aseguran que «la transmisión será lenta y pactada». Para Nestlé, la venta es una «excelente oportunidad para la fábrica de Valladolid» que hasta ahora tenía su negocio constreñido en el ámbito nacional, con «poco espacio para las marcas» y «con Findus asumirá proyectos más relevantes».

El director general de Findus en España, Jordi Fábregas, participó en las reuniones con los trabajadores.Lo mismo que la directira de la planta, Ana Fernández. Ésta aseguró, según fuentes sindicales, que la producción estaba cayendo y a Nestlé no le resulta ya rentable. Justificó la elección de Findus por ser el más fuerte de las ofertas recibidas y el que más garantiza el futuro

Los nuevos propietarios advirtieron de que tendrán que reducir costes y anunciaron su disposición a no renovar el convenio colectivo de Nestlé. Para CGT, que tiene mayoría en el comité, la venta es una buena noticia. «Si esto no se hubiera producido, habría llegado el cierre».Este sindicato advierte de que luchará por mantener el empleo y las condiciones laborales.