Ninguno de los cuerpos tenía pulso cuando llegó la Policía Local

La atribución de las detenciones al Cuerpo Nacional de Policía causó ayer un gran malestar en la Policía Municipal, ya que fueron estos últimos agentes los que llegaron primero, reconocieron los cadáveres y se llevaron a Omar. Fuentes de este cuerpo indicaron que llegaron dos patrullas, una uniformada y otra de camuflaje.

Al llegar al 5º A se encontraron la puerta abierta y con Omar O. en estado de gran excitación, con los brazos en alto y las manos ensangrentada, al igual que la ropa. «Les he matado a los dos», gritó. Acto seguido fue cacheado y otros dos agentes entraron a registrar la vivienda. El cuerpo de Fernando Jesús estaba tirado en el suelo del pasillo y el de la mujer en un dormitorio entre la cama y la pared de la ventana. Encima de la cómoda de este cuarto estaba el cuchillo de cocina, con una hoja de más de 20 centímetros, lleno de sangre.

Al ver que los cuerpos no se movían, los agentes comprobaron el pulso de ambos, pero ya eran cadáveres, lo que hace pensar que murieron en muy poco tiempo debido a la gran hemorragia. El varón, que estaba boca abajo (decubito prono), presentaba de forma visible una herida en el costado izquierdo y sangre en la cabeza.

Omar, que inmediatamente fue detenido por homicidio, previa lectura de sus derechos, llegó a decir algo que sonó a inverosímil a los agentes. Contó que estaba peleando con Fernando Jesús y que tuvo que arrebatarle el arma. «Si no le quito el cuchillo, no puedo con él», afirmó antes de describir a la víctima como su «mejor amigo», aunque reiterando: «Esto tenía que acabar así».

Omar fue trasladado por la Policía Local al centro de salud de Arturo Eyríes, ya que presentaba golpes en ambos pómulos y en la boca, aunque al llegar a este ambulatorio se negó a que le realizaran ninguna cura. Cuando fue entregado al Cuerpo Nacional de Policía la Comisaría de Delicias depositaron también llaves que llevaba en el bolsillo y que correspondían con la cerradura de la casa.