Tribunales
Confirmados 5 años de cárcel por jugarse 127.000€ de sus clientes
El Tribunal Supremo desestima la eximente de ludopatía que alegó el corredor de seguros y ratifica la pena de prisión, multa de 1.650 euros y una indemnización de 134.000
El Tribunal Supremo ha confirmado la condena de cinco años de cárcel al que fuera agente de seguros Guzmán P. del O, quien entre los años 2006 y 2010 se quedó con más de 127.000 euros que distintos clientes le entregaron en dicho periodo para la tramitación de las correspondientes pólizas.
El condenado ya se había declarado culpable de los hechos pero había alegado en su descargo que por aquel entonces padecía una grave ludopatía.
En su sentencia, el Alto Tribunal ratifica en todos sus términos la anterior dictada el pasado mes de abril del presente año por la Sección Cuarta de lo Penal, que halló a Guzmán P. del O. no sólo autor de un delito de estafa, como pedía el Ministerio Fiscal, sino también de otro de falsedad en documento mercantil, tal y como había interesado la acusación particular.
De ahí que, amén de la referida pena privativa de libertad durante cinco años, incluya el pago de una multa de 1.650 euros y la obligación de indemnizar a Seguros Bilbao, la entidad perjudicada, en más de 134.000 euros.
El día del juicio el condenado reconoció los hechos que se le imputaban pero no compartió ni la calificación de los mismos ni las penas solicitadas por las acusaciones pública y particular, con lo que la vista quedó limitada únicamente a las testificales del procesado y del representante legal de Seguros Bilbao, entidad perjudicada que ya indemnizó a la clientela afectada.
En su declaración, el imputado, que entre 1997 y 2012 regentó una agencia de seguros en la localidad vallisoletana de Tudela de Duero y trabajó como agente mediador para Seguros Bilbao, ofertando desde seguros básicos de vida hasta distintos productos financieros, confesó que recibió dinero de varios clientes y que, en lugar de tramitar las pólizas que le habían solicitado, lo incorporó a su patrimonio para sufragar el grave problema de ludopatía que padecía.
De hecho, Guzmán P. explicó que ya en 2000 tuvo un problema similar pero que entonces su padre solventó la situación aportando dinero para tapar el descubierto.
«El dinero me lo he gastado porque soy ludópata», aseguró el procesado, quien para afrontar su responsabilidad civil ofreció los 30.000 euros por el traspaso de su negocio en 2012, cantidad retenida por Seguros Bilbao, y otros 2.000 que también tiene pendientes de recibir como beneficiario de un accidente doméstico.
En el trámite de conclusiones, el Ministerio Fiscal mantuvo invariable su petición de cuatro años de cárcel por delito continuado de estafa, junto con el pago de 127.000 euros en favor de Seguros Bilbao, mientras que dicha mercantil, como acusadora particular, solicitó un total de nueve años al entender que el referido delito fue cometido en concurso medial con otro de falsedad en la confección de las pólizas, como así ha estimado el tribunal sentenciador.
La defensa, por su parte, consideró que los hechos eran constitutivos de un delito de apropiación indebida, sin llegar a concretar la pena solicitada, ya que dejó a criterio de la sala la imposición de la condena «más benigna posible».