sociedad
Las cenas de Navidad despegan de nuevo
Los establecimientos constatan una subida con respecto a 2013, con un lleno generalizado los días 12, 13, 19 y 20 de diciembre / El precio medio del menú es de 30 euros y la novedad de este año es que han comenzado en noviembre
Comensales en una cena de Navidad celebrada en años pasados en Valladolid-M. Álvarez
Hay ganas de salir, de divertirse y de gastar en torno a 30 euros para celebrar con los amigos la Navidad. Este año, rompiendo una tónica de participación regular, tirando a baja, en las cenas de fin de año en el último lustro, las reuniones gastronómicas han vuelto a subir a niveles propios de la precrisis.
Así lo afirman los hosteleros consultados por este diario, la mayoría de ellos gratamente asombrados por el lleno asegurado que esperan los fines de semana del 12-13 de diciembre, y el siguiente del viernes 19 y el sábado 20 de diciembre.
Además de una mayor demanda, este año ha deparado otras novedades. La más llamativa es la antelación a la hora de formalizar la reserva. El restaurante Achuri de la calle San Benito, que ofrece menús entre 20 y 25 euros, recibió llamadas de reserva ¡en septiembre! y son muchos los restaurantes que han servido cenas ‘navideñas’ en noviembre con grupos numerosos, generalmente de comensales que han preferido la comodidad en unos días menos congestionados.
Sin que exista un patrón escrito, los clientes vallisoletanos acaban repitiendo un esquema común: la mayoría prefiere cena antes que comida; amigos antes que una encorsetada reunión oficial de empresa; se decanta por 30 euros como precio razonable por cenar, quieren entrantes y un segundo a elegir, y lo normal es que el encargado del grupo realice un sondeo entre cuatro o cinco posibilidades ante de cerrar la reserva.
Paco Martínez, dueño de los restaurantes La Criolla y La Mina, asegura que hay «más animación» este año que en 2013, algo que celebra porque, a su juicio, «toca» por lo menos en Navidad, pasar unos días de diversión después de tantas malas noticias. En sus menús, de 40 euros en adelante y que comienzan con una copa de espumoso cortesías de la casa, brillarán con fuerza los mariscos. Luismi Díaz, su cocinero jefe, susurró, como chivatazo a un amigo apreciado, que han llegado lustrosas centollas desde Galicia y delicadísimas angulas a 50-60 euros los cien gramos.
La Parrilla de San Lorenzo da fe, y de qué forma, de que estas fiestas pintan bien. El 12 y 13, y el fin de semana siguiente lo tienen lleno. Y el ‘completo’ en este restaurante se llama 305 plazas. Ni más, ni menos. Eso sí, tampoco se han echado al monte en los precios. El maitre y sumiller, José María Calvo, asegura que hay menús desde 38 euros con su lechazo individual, ensalada y entrantes, y aclara que de lunes a jueves todavía quedan opciones de reserva.
Alfonso García, de Don Bacalao, lleva unas semanas en la vorágne de cenas navideñas. Asegura que en sus menús «hay de todo» y sobre todo «nunca hay sorpresa final», en referencia a los sustos inesperados de la cuenta. Los precios –de 30 a 40– son contenidos teniendo en cuenta que el más económico figuran delicatessen como ventresca con piparras, calamares al estilo cantabria, pulpo a la brasa, bacalao dourado o presa ibérica.
Con todo, asegura que lo más demandado es el bacalao con cocción vapor sal, en unos menús que siempre constan de cinco platos, tres de ellos de entrantes.
David Burgos, el joven responsable del restaurante Zamora, también se ha esmerado en dar calidad en sus menús de 27 a 32 euros. Langostinos flambeados, chipirones a los tres aceites, y mosaico de ibéricos con foie, son los entrantes de su propuesta más económica, que se remata con un segundo a elegir entre solomillo de cerdo al queso azul, magret al Oporto y merluza al ajo tostado.
Jesús Alejos, del Ángela, da además de calidad, una variedad que hace imposible no tener encaje en gusto y en precio. Desde 30 a 45 euros, ofrece menús oro, plata, alemán, mar de pinares, menú de Rueda, individual y castellano. Este último es el de 45 euros e incluye un cuarto de lechazo asado para dos personas.
Los Zagales de Abadía se mueve en precios más bajos, entre 28 y 33 euros. «Curiosamente el que más se vende es el de 30», bromea Toño González, quien destaca que todos los menús arrancan con cuatro aperitivos distintos. Sus reservas son muy altas en la calle Pasión y en el Wabi-Sabi. Lo único que sucede en este último restaurante japonés es que la mitad del menú tiene que ser abierto a cocina no nipona. «No a todo el mundo le gusta», advierte.