«No tiene pies ni cabeza que ni un solo euro público no esté sometido a luz y taquígrafos»

Pregunta.- ¿Está en condiciones de justificar todos sus viajes con cargo al Congreso y al Senado?

Respuesta.- Pues no lo sé, porque no sé si me voy a acordar. Lo que sí que tengo es la conciencia muy tranquila, porque cuando he ido ha sido por acudir a un sitio de trabajo.

P.- ¿Es normal que ni el Congreso, ni el Senado controlen los viajes de sus diputados y senadores?

R.- Pues no. Tenemos que estar en la calle y escuchar. A mí me parece muy bien que eso se supervise, lo que no sé es cómo, pero tenemos que definir esta supervisión. No tiene ni pies ni cabeza que ni un solo euro público no esté sometido a la luz y los taquígrafos.

P.- ¿Es moral cobrar 1.800 euros en dietas que no se tributan, es decir mucho más que cualquier ciudadano medio por su trabajo diario, sólo por el mero hecho de ser diputada no electa por Madrid?

R.- Si la pregunta es si me parece justo o no, no lo sé, pero es el sistema que está. Esos 1.800 euros son en concepto de indemnización para que tú puedas desarrollar tu labor de diputado. Es decir, yo voy a Madrid todas las semanas y tengo que dormir en una pensioncita al lado del Congreso. Me tengo que pagar el hotel, el taxi. Es un dinero para que puedas desenvolver la labor de diputado, porque mi sueldo neto son 2.200 euros.

P.- Pero usted tiene una vivienda en Madrid, ¿por qué no vive allí y deja de percibirlos?

R.- Porque no me daría. Porque fue una de esas inversiones que uno hace y cometí el error de comprar justo en el momento álgido, julio de 2007. No vivo en Madrid y renuncio a esos 1.800 euros porque no me llega, porque me metí donde no me podía meter.

P.- ¿Qué cree que pensará ese ciudadano que apenas tiene para comer o que sólo recibe 400 euros y tiene hijos al oírle decir que no le llega con 2.200 euros netos al mes?

R.- Decir las cosas en términos absolutos siempre induce a error. No hay que ser maniqueo. Las cosas no son blancas o negras. Depende del escenario que tenga cada uno.

P.- Ya le digo yo que ese ciudadano le cambiaba el escenario con los ojos cerrados.

R.- Cada uno tenemos un escenario particular. Yo no soy rica, pero el que lo sea o no, tampoco voy a decir que soy pobre, garantiza que sea mejor o peor política. Yo me equivoqué y no me alegro de haberme equivocado, pero esta equivocación también me ha servido.

P.- Hablemos de Valladolid. ¿Es León de la Riva su candidato a la Alcaldía?

R.- El candidato de Valladolid será el que quiera poner el Partido Popular.

P.- Yo le pregunto a usted, a Arenales Serrano.

R.- Pues si el quiere seguir, sí. Yo estuve con él en el 91 y recuerdo con mucho orgullo su primera Legislatura y cómo cambió Valladolid. Eso tiene nombre y apellidos, que se llama Javier León. No me gustan todas las cosas que hace o dice Javier León, pero como gestor es indiscutible.

P.- ¿Se da por satisfecha con sus disculpas por sus declaraciones sobre las mujeres?

R.- Cuando te piden disculpas hay que aceptarlas, sólo faltaba. Dicho esto, yo creo que se requieren muchas conversaciones para hacerle ver al alcalde que las cosas afortunadamente han cambiado para bien. Hay determinados signos machistas que tienen que cambiar, pero eso no es exclusivo de Javier León, ni de la derecha o la izquierda.

P.- ¿Ya dan por zanjado en el PP el debate sobre la sucesión de Herrera?

R.- Nunca hubo debate. Lo que hubo fueron corrillos en los que se habló de Herrera sí o Herrera no. Una vez más será Herrera el que tenga que decir si repite o no repite.

P.- ¿Quiere también que siga Herrera?

R. - Si él quiere, sí. Si las cosas se hacen bien y la gestión de Herrera funciona que siga.

P.- Entonces, ¿no es partidaria de limitar a dos los mandatos?

R.- Sí me gustaría la limitación a dos mandatos, porque es la política que llevan las grandes compañías y los grandes bancos. Pero por uno mismo, por la motivación, por la fuerza, por las ganas.

P.- Aclárese porque tiene usted un doble lenguaje. La limitación de mandatos es incompatible con que sigan Herrera y De la Riva.

R.- No, yo no tengo doble lenguaje. Es que me está poniendo usted una cosa en un tiempo y otra en otro. Yo soy partidaria de limitar mandatos, pero cuando tengamos esas normas. Como no las tenemos, Javier León y Herrera han demostrado que la gestión política la están haciendo bien, pues que que sigan en la política activa.