El transporte de mercancías, un sector vital para la economía española
Hace unas semanas se produjo un amago de paro en el sector del transporte que no recibió el apoyo de las organizaciones mayoritarias. En cualquier caso, ya es una señal de alerta para las administraciones, de que parte del sector no está conforme con la aplicación del Real Decreto-ley 3/2022, firmado el pasado 1 de marzo.
Este sector representa una actividad de aproximadamente el 8% del PIB español . Si se suman las actividades de carácter logístico que llevan a cabo las empresas industriales, comerciales y servicios, su relevancia sube hasta el 10%.
La cifra de negocio anual supera ya los 111.000 millones de euros . Este sector, el transporte de mercancías, genera casi un millón de puestos de trabajo y en él operan unas 197.000 empresas.
España es uno de los países a nivel mundial con una de las redes de infraestructuras más potentes; sobre todo a nivel terrestre . Esta potente estructura favorece el crecimiento de la logística y el transporte, lo que induce un mayor desarrollo de la economía española.
España, un hub vital para el transporte a nivel europeo
La posición privilegiada y estratégica que ocupa España a nivel europeo , con la confluencia de las principales rutas de tráfico de mercancía , favorece el estatus de liderazgo a nivel continental de nuestro país. Además, la ampliación de la Unión Europea hacia el este favorece los flujos comerciales y los centros de distribución.
Si atendemos a los datos, España cuenta con tres puertos entre el top 20 de Europa por movimiento de contenedores , además, la red de autovías más extensa en todo el continente . En cuanto a la capacidad logística, sus 152 parques logísticos suman una superficie superior a los 80 millones de metros cuadrados.
Estas infraestructuras están dedicas principalmente al transporte marítimo, casi un 50%. Junto a este, el otro gran referente del sector es el transporte por carretera, al que se dedica más del 37% del espacio en estos parques.
Transporte y cadena de frío
Un elemento esencial para el desarrollo de esta industria del transporte y la logística es la cadena de frío. Sin ir más lejos, el sector agroalimentario aporta en España casi el 10% del PIB a nivel nacional.
Cada día recorren las carreteras españolas miles de camiones que transportan mercancías de todo tipo, con especial importancia para los productos perecederos. Frutas y verduras de toda España, incluso de Marruecos y el norte de África se mueven por nuestro país teniendo un objetivo imprescindible de cumplir, hacer llegar esos productos en perfecto estado al punto de destino. El transporte y almacenaje de frutas y verduras
implica todo un operativo que obliga a cumplir normativas nacionales y comunitarias para garantizar esa premisa.
La cadena de frío agrupa a todos esos procesos que constituyen la acción de refrigeración y/o congelación para que las mercancías puedan realizar su transporte sin sufrir ningún daño o ser deterioradas.
La refrigeración se aplica a productos de alimentación como frutas, verduras, carnes y pescados . Fuera del sector agrícola y alimentario aparecen mercancías delicadas como vacunas, plasma y medicamentos , así como otros productos sensibles.
Estos procesos no solo aparecen en la acción del transporte, sino también en el almacenamiento . De hecho, muchas hortalizas y frutas completan sus fases de maduración en cámaras , para así poder alargar la vida útil del producto, para permitir a los productores – exportadores y comercializadores optimizar al máximo la producción y generar el menor desperdicio posible, aunque en primera instancia estos agentes lo pueden ver como un coste añadido, finalmente termina siendo un valor añadido ya que permite colocar los productos en el mercado.
¿Cómo se mantiene la cadena de frío en el transporte de mercancías?
Las condiciones que avalan que las mercancías están en buen estado al llegar a su punto de destino las fijan los acuerdos sobre transportes nacionales e internacionales así como distintas normativas y legislaciones.
Esto obliga a las empresas y transportistas involucrados en esta actividad a ajustar la refrigeración requerida por cada tipo de alimento , estableciendo una lista de temperaturas a la que deben transportarse las distintas clases de mercancías perecederas, donde también prestan mucha atención a las incompatibilidades de las mercancías en un transporte, los famosos alérgenos.
En España operan centenares de empresas que son referencia a nivel europeo de su buen hacer. Un ejemplo es Antonio Marco ,
con sede en Alicante, dedicada al transporte terrestre por carretera que aprovecha su buena localización, en pleno corredor mediterráneo, muy cercano al Puerto de Valencia – Alicante y Cartagena, y en un radio de 250kms a toda la huerta de Europa: Valencia, Alicante, Murcia y Almería. Todo esto permite desplegar su actividad para seguir considerándose clave.
La cadena de frío debe respetarse en todo momento, hasta en los procesos de carga y descarga . Cabe reseñar que la responsabilidad de errores en la entrega de mercancías por unas malas condiciones de frutas, verduras o productos refrigerados, siempre cae en el transportista o cargador, y por tanto, la responsabilidad en la vigilancia de la carga durante su estiba, controlando la forma así como el estado es clave. Y por supuesto, su posterior cuidado durante el tránsito de ésta hasta el punto de destino.
Por suerte, España es un país líder en todos estos procesos , y no es para menos, pues el sector del transporte y la logística representa un porcentaje muy importante en la economía nacional. Si el transporte para, la economía se hunde.