Diario de Valladolid

CONCURSANTE DE 'TU CARA ME SUENA'

José Corbacho: "Siempre me he considerado un cantante frustrado"

El actor y director se convierte este viernes en Johnny Rotten, el cantante de los Sex Pistols

Jose Corbacho, como El Puma, en Tu cara me suena.-ATRESMEDIA

Jose Corbacho, como El Puma, en Tu cara me suena.-ATRESMEDIA

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Marisa de Dios

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"Soy un culo inquieto", se define José Corbacho, convertido en casi un hombre orquesta. El actor, director, showman, guionista, productor y monologuista, que ya demostró que tampoco se le daban nada mal los fogones (quedó tercero en Masterchef celebrity 2), se ha lanzado ahora al escenario de Tu cara me suena para poner remedio a su vocación frustrada, la de cantante. De momento, le hemos visto convertirse en El Puma y este viernes se transformará en otro de sus ídolos, el cantante de los Sex Pistols, Johnny Rotten. El lunes, cantará con Sílvia Abril el fenómeno viral Cómeme el donut. 

Ha debutado con un octavo puesto haciendo de El Puma, aunque algunos le confundieran con Ángel Cristo o Joselito. ¿Está satisfecho con el puesto?

Mucho. Yo soy de los del espíritu olímpico, de los que piensan que lo importante es participar. Además, creo que siempre hay que tener margen de mejora y de crecimiento y es mejor ir de menos a más que de más a menos. Estoy encantado con mi Puma, que era uno de mis referentes, y me hace mucha gracia que tuviera esos momentos de Ángel Cristo, Joselito, Jesús Quintero, Quim Monzó… ¡Me sacaron tantos parecidos en las redes! 

¿Cree que el jurado y el público fueron justos con su votación?

Yo esperaba que el público fuera más benévolo con mi interpretación. Pero creo que lo hacen porque puedo dar más de sí. Aquí hemos venido a jugar, y si me lo paso tan bien como en la primera gala, me voy a ir muy satisfecho.

¿Es Soraya, la primera ganadora de esta temporada, el rival a batir?

Este año, como en la liga de fútbol, hay diferentes objetivos en la clasificación. Tu cara me suena siempre tiene esa combinación que creo que les funciona muy bien, que mezcla cantantes profesionales con humoristas, con actores, y cada uno aporta un poco lo que puede. Este año hay gente que canta muy bien, como Soraya, María Villalón, Mimi, Carlos Baute… y luego estamos los que hacemos cosas, como Anabel Alonso, Manu Sánchez, yo… Gente que nos acercamos a las imitaciones desde la parodia, y yo creo que ahí tenemos nuestra oportunidad, porque los rivales a batir en el tema del canto están complicados.

¿Se ha preparado vocalmente para este concurso?

Sí, me he apuntado a clases de canto. Al menos para poder disfrutar y no quedarme sin aire. Siempre me he considerado un cantante frustrado, aunque no estoy dotado para ello. Así que aproveché y pensé que me vendría bien aprender algo nuevo. Ahí estoy con mi supercoach, y ojo, que es la coach de OT, que son palabras mayores. Yo creo que cuando acabe Tu cara me suena me puedo presentar a La voz, kids o senior, depende del día.

Y yo que pensaba que me diría que antes solo cantaba en la ducha…

¡Qué va! De hecho, canto en mis ratos libres. Tuve un grupo de música, y precisamente ahora lo hemos recuperado con versiones acústicas, pero canto desde el amateurismo total. Por suerte me dedico a otras cosas, a la televisión, al teatro, a los monólogos, al cine. Si el mundo de la música me tuviera que dar de comer, lo llevaba crudo.

 

¿Es muy competitivo?

Sí, me gusta competir, pero sobre todo, me gusta jugar. Hacía años que la productora de Tu cara me suena me decía que me apuntara, pero quería tener una agenda más despejada para poder disfrutarlo, porque a mí esto de mirar actuaciones, imitar, ponerte pelucas, el maquillaje, me recuerda a mis inicios en La Cubana, a las parodias que hacía. Así que antepongo lo de jugar y pasarlo bien a la puntuación y la clasificación.

 

En Masterchef celebrity quedó tercero. ¿Firmaría ya con lograr el mismo puesto?

Firmaría con los ojos cerrados. En realidad, creo que se me da mejor la cocina que el canto. En Masterchef, uno de los alicientes es que cada semana cae un concursante, y al ir eliminando oponentes siempre tienes que manejar más la tensión y ahí me manejo bastante bien porque mi lema es, ante todo, mucha calma. Aquí no caemos y eso hace que todos los rivales estén enchufados también. Así que ya firmaría un tercer puesto pero oiga, sin descartar dar la sorpresa. La actitud siempre es intentar quedar el primero en todo, y luego ya se verá.

Usted siempre le saca el lado divertido a las imitaciones. ¿Le veremos en algún momento poniéndose más serio para clavar algún personaje?

Es complicado, también depende de la imitación que haya que hacer. Al final la comedia acaba saliendo. En el programa ya hay otros concursantes que lo clavan. Es como todo en la vida, como cuando haces una peli o un monólogo, al final la cabra tira al monte y los cómicos intentamos arrancar una sonrisa al espectador.

Es lo que hizo usted en la primera gala con su Puma, pero sobre todo Anabel Alonso, que le tocó hacer de marciano, El Chombo, en su imitación, algo nada fácil.

Nos echamos unas risas, pero tela marinera con la imitación que le tocó. A mí estas cosas medio frikis y esa cosa del feísmo también me gustan. Aspiro a que el pulsador me ofrezca la oportunidad de hacer alguna cosa bizarra.

¿A quién más le gustaría imitar?

Yo estoy encantado con cualquier cosa. Me gustaría imitar a mis ídolos musicales, Frank Sinatra o Camarón de la isla, pero no llego. Tengo que hacer una lista negra de cantantes que no quiero que me toquen, como Pavarotti.

¿Está contento con la imitación que le ha tocado para esta semana, el cantante de los Sex Pistols?

El pulsador fue muy generoso conmigo porque me tocó otros de mis ídolos juveniles. Voy a ver si el cuerpo me da para montar un poco de jaleo. Si vamos a hacer punk, vamos a intentar que el plató de Tu cara me suena sea un poco destroyer. Le pedí a la gente del programa que aseguraran al público, al jurado, el mobiliario...

¿En alguna de las galas que lleva ya grabadas se has mirado al espejo y no se ha reconocido? Porque vaya equipo de maquillaje que tienen.

Es buenísimo, es uno de los grandes alicientes del programa. A mí lo que me pasa es que siempre acaban sacándome otro parecido. Ahora, haciendo de Johnny Rotten, me comparan con Pumuki… ¡y hasta con el muñeco diabólico!

Usted fue jurado en Tú sí que vales. Eso le llevará a entender mejor las críticas en este programa.

Yo empecé en la primera gala llevándole al jurado unos jamones al camerino, pero creo que no me sirvió para mucho. Es muy complicado ponerse a valorar actuaciones de gente que, muchas veces, ya conocen. Pero, al final es un programa, en ese sentido, muy amable y constructivo. El jurado siempre te dice algo para que puedas mejorar. Hay otros programas en el que los jueces son bastante más cañeros.

 

Como en Masterchef, donde a usted mismo le soltaron críticas como: "Esto es agua de fregona, es como si lo hubiese hecho un niño pequeño".

Sí, Masterchef era bastante más duro a nivel de juicio. 

¿Qué otros proyectos inminentes tiene?

Lo más inminente, el teatro, porque es la única cosa que podía combinar con Tu cara me suena. A partir del 1 de noviembre los viernes estaré en el Poliorama con un monólogo nuevo. Se llama Ante todo, mucha calma. He empezado a monologuear desde hace poco tiempo, pero me lo paso muy bien. Hay que reírse un poco de todo lo que nos rodea, que siempre es sano.

Después de dirigir Tapas, Cobardes e Incidencias… ¿no hará pronto otra película?

Estoy escribiendo lo que debía ser una historia de una película, pero que probablemente, tal y como está creciendo, puede que sea una serie. Pero esto es todavía una lotería porque hay que venderlo.

Hoy en día… ¿hay que hacer televisión para poder hacer cine?

Una de las cosas que me ha resultado muy agradecida en el mundo del cine es poder interpretar diferentes papeles en una producción. Yo empecé como actor, luego dirigí tres películas con Juan Cruz y el año pasado unos amigos me invitaron a producir con ellos La llamada. Al estar en diferentes ámbitos, yo me lo paso igual de bien. Es verdad que ha habido épocas en este país que era contraproducente hacer una cosa para hacer otra, los actores de teatro no podían hacer cine, los de cine no podían hacer tele… Pero por suerte esas fronteras se han roto y hoy en día se explican buenas historias en cualquier formato. En mi caso, al final se trata de que haya un proyecto que me guste, como actor, productor, director… o para hacer el catering, porque soy un culo inquieto.

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