EN LA CLÍNICA QUIRÓN
Muere el padre de Arantxa Sánchez Vicario
La extenista viajó el viernes desde Miami, donde vive, para despedirse de su padre, que ha fallecido la madrugada de este jueves en Barcelona
El padre de Arantxa Sánchez Vicario, Emilio Sánchez, ha muerto la madrugada de este jueves a los 83 años. El estado del progenitor de la extenista, que llevaba ingresado en la clínica Quirón de Barcelona desde el 2 de diciembre, se había complicado en los últimos días, de ahí que la exnúmero uno del mundo viajara desde Miami, donde vive con su marido y sus hijos, para despedirse de él a pesar del enfrentamiento que han protagonizado en los últimos años por la gestión de la fortuna de Arantxa.
Sánchez, que sufría alzhéimer, ya no podía alimentarse por sí mismo en las última semanas y su estado era muy grave, según han explicado fuentes del entorno cercano a la familia del fallecido.
En declaraciones a Europa Press, Marisa Vicario, madre de la extenista, explicó que Arantxa había visitado el viernes a su progenitor días antes de morir. Una visita fugaz. De hecho, volvió a Miami poco después. Aún así, Vicario agradeció el gesto de su hija, con la que cruzó unas palabras en el vestíbulo del centro médico: "Ha sido muy importante que Arantxa haya venido a ver a su padre en sus últimos momentos".
El enfrentamiento familiar se inició en el 2012 cuando Arantxadesveló en el libro 'Arantxa ¡Vamos! Memorias de una lucha, una vida y una mujer' que su padre la había arruinado gestionando su fortuna y que le había dejado con deudas con Hacienda. Después, puso una querella contra Emilio Sánchez, su hermano Javier, el abogado Bonaventura Castellanos y el economista Francisco de Paula por haberse apropiado de más de 16 millones de euros.
PACTO EN VERANO DEL 2015
En verano del 2015 llegó a un acuerdo extrajudicial con sus padres por el que retiraba la querella, a cambio, entre otras concesiones, de dos casas. El pacto contemplaba que la extenista recuperaba la posesión de una vivienda en el centro de Barcelona y de un apartamento turístico en la Costa Brava. Se quedaba en usufructo un piso de grandes dimensiones que había sido propiedad de ella en la avenida Diagonal de Barcelona, y que sus padres ocupaban como residencia habitual desde hacía años.
En el pacto se contemplaba que si fallecía Emilio Sánchez, la madre tendrá un máximo de tres años para abandonar la vivienda, que quedará después en manos de la tenista.