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NO ES un saludo mexicano. Probablemente sea el artista vivo con más repercusión política y social de nuestros días. Y probablemente no somos conscientes de lo que supone para León y para Castilla y León la presencia de un artista de la dimensión global del polifacético creador chino Ai WeiWei. Es impresionante contemplar la cantidad de medios de comunicación que se han hecho eco de su presencia en el Museo de Arte Contemporáneo de Castilla y León. El artista chino nacido hace 67.años representa mejor que nadie la difícil simbiosis entre el arte y la política desde una perspectiva siempre crítica y activista. Su capacidad multidisciplinar le permite integrar en un único lenguaje, no sólo la creación artística y la iniciativa política, sino multitud de facetas en su labor como arquitecto, director de cine, diseñador o fotógrafo, además de escultor y pintor.

Es evidente que, en esta ocasión, el Director del Musac y la Consejería de cultura y turismo han dado de lleno en el difícil clavo de la percepción y exhibición de la cultura en mayúsculas como canal mágico de integración capaz de influir en casi todos los ámbitos de la vida. Y no sólo desde el punto de vista artístico, sino también en cuanto a aspectos más mundanos y pragmáticos como la promoción de la imagen de Castilla y León como destino cultural y turístico a nivel nacional e internacional. Imposible diseñar una campaña promocional mejor para situar a León en el mundo y darse a conocer.

Salvando las distancias, que son muchas, una vez el ex futbolista Valdano dijo que él, y muchos como él, conocieron Barcelona a raíz del fichaje de Johan Cruyff. Evidentemente no es comparable pero lo que es seguro es que la presencia del artista chino en el Musac ha permitido dar un salto de calidad a nuestra Comunidad en cuanto a proyección internacional.

Muchas ciudades españolas han alcanzado su máxima proyección turística a partir de infraestructuras o eventos determinados que las han transformado por completo. Las olimpiadas de Barcelona, el Museo de las Artes y las Ciencias de Valencia o el Gugghengeim en Bilbao son claros ejemplos de ello. Desde luego León no va a llegar a ese nivel de transformación por una exposición pero su imagen como ciudad cultural y turística nunca volverá a ser igual para los millones de seguidores y admiradores del artista chino en todo el mundo. La integración de la cultura y el turismo no sólo ha dado nombre a una Consejería sino que, en una Comunidad con la riqueza patrimonial de Castilla y León, debe ser una forma de entender las políticas de promoción y desarrollo territorial, turístico y cultural.