Presupuestos CyL: el reto de la valentía para el diálogo y el entendimiento
Impera la cordura en la escena política de Castilla y León. Y la madurez. La que ha exhibido estos días el conjunto de la clase política, más allá de estridencias puntuales y socorridas. El PSOE de Tudanca acepta el reto del debate presupuestario. Era absurdo negarlo, por puro tacticismo u obcecación. La esencia de la política, de la política verdadera, reside en el diálogo, en la cesión, en el entendimiento. La que sólo se agarra a la confrontación acaba siendo víctima de su propia inoperancia.
El PSOE se abstendrá en el techo de gasto. Una postura pertinente que ha defendido este periódico desde el primer momento que el gobierno de Mañueco anunció que cumpliría con su obligación de negociar presupuestos. El techo de gasto es el prólogo de las cuentas del próximo año para Castilla y León, que sigue creando empleo y riqueza a buen ritmo, como el conjunto del país. El gobierno útil es el que diseña un presupuesto, principal acción de un gobierno cada año del mandato. Y la oposición útil es la que enriquece esa propuesta que corresponde al ejecutivo. Cada uno en su papel. En un papel constructivo. Una vez que VOX ha optado por el tacticismo, seguramente errático, el tiempo dará y quitará razones, de quedarse al margen bajo excusas que van variando en función de la coyuntura ( un día son los MENAS, otro el cambio climático y otros los sindicatos), le corresponde a PP y PSOE alcanzar un entendimiento para que Castilla y León tenga un presupuesto. Para que los castellanos y leoneses dispongan del principal instrumento político que tiene la Junta, que son los ciudadanos, ni más ni menos, con el que impulsar el Estado de Bienestar que se sostiene sobre el trípode de la Sanidad, los Servicios Sociales y la Educación, fundamentalmente. Pero un instrumento político también para impulsar el crecimiento, el desarrollo económico y el progreso de la comunidad a través de gasto e inversiones.
Ojalá no pierdan la compostura y mantengan la madurez que han demostrado estos días con su comportamiento con la tragedia de Valencia. Ojalá sean capaces de desgañitarse y dejarse la paciencia para encontrar una vía de entendimiento que nos proporcione ese presupuesto que regirá el próximo año de Castilla y León. Pero para ello, no se olviden, que la esencia del entendimiento es el diálogo. Y el diálogo se sustenta no en la imposición, sino en la cesión. Ceder para alcanzar acuerdos es una de las muchas formas que puede elegir el político para alcanzar la valentía tan necesaria en estos tiempos.