Diario de Valladolid

EDITORIAL

La presidenta de Paradores se pasea como cuando era ministra de obras

La presidenta de Paradores, Raquel Sánchez, y el subdelegado del Gobierno de Valladolid, Jacinto Canales.

La presidenta de Paradores, Raquel Sánchez, y el subdelegado del Gobierno de Valladolid, Jacinto Canales.Miriam Chacón ICAL

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LA MAYOR INUTILIDAD ministerial que han conocido los gobierno de Pedro Sánchez, y las ha habido de gran talla, incluso dañinas para las mujeres y generosas con los violadores y pederastas, como Irene Montero, la actual presidenta de Paradores, Raquel Sánchez, regresó ayer a Castilla y León, de paseo, nuevamente, como hacía cuando ocupaba la cartera en manos de Óscar Puente. Lo hizo, como cuando era ministra, para nada y para sermonearnos sobre las bondades de Paradores, que las tiene desde hace décadas, y las tendrá, a pesar de que ella esté al frente. Vino a ver cómo colocaba unas placas solares en el alojamiento de Tordesillas. Es una prueba inequívoca de que la individua tiene muy poco que hacer.

No tiene vergüenza volver a pasearse por Castilla y León, cuyas infraestructuras estuvieron empantanadas durante su desgobierno ministerial. Hasta el extremo que dejaron caducar la DIA (Declaración de Impacto Ambiental) de la autovía Valladolid-León, ralentizando todavía más una obra eterna, que se va haciendo a 20 kilómetros la década, más o menos.

Todo lo tuvo paralizado. Todo. Su única preocupación era Cataluña. Fue el motivo de su nombramiento. Pero ni siquiera de eso se ocupó y tras las elecciones y la gestión más estéril que ha tenido el departamento del conocido como ministerio de Fomento pasó a mejor vida. El premio a tanta inutilidad, como viene siendo habitual tanto en el PSOE como en el PP, fue nombrarla presidenta de Paradores con un sueldazo de 180.000 euros. No esperemos nada de ella. Porque, a decir de sus propios compañeros en distintos territorios, se rige por la más absoluta desidia y desdén hacia la gestión pública. Hay que tener muy poco que hacer para venir a justificar el cargo de presidenta de un organismo de la solera y el prestigio de Paradores con una visita para contemplar cómo se colocan una placas solares en uno de sus inmuebles. Eso, un discurso de lugares comunes y nada para Castilla y León. Nada para Castilla y León ese es el lema de Raquel Sánchez y de la mayoría de ministros que nos visitan.

Mejor sería que se quedara en la residencia oficial, a orillas del Palacio de Oriente. Por lo menos no incrementaba el gasto del dinero público. Eso sí, bien pertrechada por el subdelegado del Gobierno de Valladolid, Jacinto Canales, que puede descontar la jornada de ayer de la nómina pública. Confiemos en que no sea el preludio de un desfile de visitas ministeriales para no traer nada para Castilla y León.

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