Diario de Valladolid

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PARECE QUE han pasado décadas, pero hace sólo un par de años, cuando el bipartido en el gobierno municipal de Burgos lo componían el Partido Socialista y la extinta formación Ciudadanos, se lanzó un proyecto para becar a cien alumnos brillantes burgaleses de bachillerato para pasar un mes en Inglaterra perfeccionando su conocimiento del idioma. Tras una atribulada tramitación por la falta de transparencia de la sociedad municipal que lo gestionó el Programa Europa se llevó a cabo dos veranos consecutivos. Tenía, entre otras, la particularidad de que los alumnos participantes eran escogidos por sus centros escolares en función de su expediente académico. Los más brillantes de la clase se iban gratis a pasar un mes aprendiendo inglés, independientemente del nivel de renta de sus familias. Nadie criticó que en esa ocasión se dejase de lado el habitual baremo de la renta familiar disponible ni que la medida viniera de un bipartito progresista. Pero hoy, al PSOE municipal le ha crecido una conciencia de clase que hace dos años parece que no tenía y tajantemente se opone a ampliar las bonificaciones del IBI a las familias numerosas, sea cual sea su nivel de renta. Se agarran ahora los socialistas burgaleses lo que no decían cuando mandaban a Inglaterra gratis a los más listos de la clase, con el único requisito de su expediente académico. Varios de los concejales socialistas que se sientan en el salón de Plenos de Burgos formaban parte de aquel bipartito con el funesto Ciudadanos y se tragaron aquel sapo. Entonces no se les ocurrió, como les pasa ahora, protestar y oponerse a la medida de bonificar a las familias numerosas sólo por el hecho de serlo argumentando que se olvida de los principios de progresividad fiscal en función de los ingresos y del patrimonio del núcleo familiar. Es muy habitual en política culpar al otro de lo que uno mismo hizo o hará, pero siempre habrá alguien que se acuerde y te saque los colores. En todo caso, lo importante es que Burgos aplique políticas de apoyo a la familia si no queremos que nuestras calles se queden vacías. Y, además, debe primar el consenso en una estrategia clara, transversal y duradera, pero esto ya es pedir demasiado a una corporación municipal que de chiripa concuerda un plan para atraer y conservar el talento joven. De los socios del Gobierno, PP y Vox, los de Abascal se desvincularon y dejan sólos a los populares en su propuesta para retener el talento. Los socialistas, que van por libre, presentaron su propia estrategia. Dos por el precio de una. Espero que entre todos se hayan leído por lo menos el acuerdo 11/2019 de la Junta con las medidas de atracción, retención y retorno del talento que ya aplica nuestra autonomía. Incluso, en un alarde de eficiencia quizá se les ocurrió preguntar en Santander por su plan VAS (Vuelve a Santander) que pone 1,15ME este año para traer de vuelta a sus jóvenes. Por lo menos al final salió por unanimidad. A ver en qué queda.

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