Caja de resonancia

DURANTE LA REVOLUCIÓN FRANCESA se constituyeron varios grupos que serían con el paso del tiempo el origen de lo que hoy conocemos como partidos políticos, instrumentos en manos de un conjunto selecto de ciudadanos que tienen como finalidad alcanzar el poder, tomar las riendas del país e implantar su programa electoral. La primera formación política estuvo constituida por los jacobinos, defensores de posiciones radicales. Como todos sabemos, utilizaron la guillotina para imponer sus ideas. En segundo lugar se encontraban los girondinos, también revolucionarios. Propugnaban la transformación de la realidad política y social de Francia, pero por medios pacíficos. Finalmente, fuera del arco constituyente, estaban los contrarrevolucionarios, partidarios del mantenimiento del Antiguo Régimen y del orden establecido.

La política española está que arde y nunca mejor dicho en estas fechas en las que el calor comienza a hacer estragos. Tras el reparto de menores no acompañados realizado por el Gobierno de la Nación y aceptado por las Comunidades Autónomas, Vox ha decidido abandonar los gobiernos autonómicos en los territorios que cogobernaba con el partido popular por entender que las personas que se reciban son posibles promotores de delincuencia en el país. Una cosa curiosa de toda esta historia es que todos ellos están contentos. Parece que la posición política que ha tomado cada uno es la correcta y reforzará a su electorado. Todos ganan o, como dice en los países anglosajones, win win. El Gobierno ha aplaudido la ruptura del partido popular con la ultraderecha pidiendo, además, que vuelva al redil de los demócratas y de los consensos. El partido de la oposición está aliviado para no tener que defender posturas con las que no estaba cómodo, además de poder gobernar en solitario en los territorios autonómicos en los que habían ganado las elecciones. Y Vox está tranquilo porque lo que aparentemente les quita poder real, quiere ganarlo a medio plazo. El tratamiento de la inmigración constituye uno de los ejes sobre los que ha fundamentado su existencia desde la fundación del partido y sobre el que ha dado la batalla permanentemente, especialmente en las regiones del sur de España. No podemos olvidar que este movimiento político viene como consecuencia de la ola provocada en las elecciones europeas por los partidos patrióticos. En definitiva, todos están encantados con las decisiones que han adoptado. Veremos quién se lleva el gato al agua en las próximas contiendas electorales.