VOX en sus laberintos

Tiene tarea vox este verano para reconstruirse de la ruleta rusa a la que decidieron jugar con cinco balas en el tambor. Sus mayores les han dicho prietas las filas y quietos en la mata. García-Gallardo, pese a la labia que tiene el muchacho, ha optado por hacerse un Tudanca y desvanecerse en el mausoleo de las Cortes, alambicado de pasillos y gateras. Hasta vendimia no se les espera a ninguno de los dos. Y Tudanca esperando que no lo vendimien los suyos. VOX está en un laberinto. No es fácil deconstruir un relato de oposición cuando tan recientemente se ha sido gobierno y las decisiones siguen a flor de piel. Cualquier cosa que digan será utilizada en su contra. Por el mero hecho de que cualquier político es culpable mientras no se demuestre lo contrario. Estos días juegan al Tetris en los despachos de la Corte de Pollán Sin De la Hoz, que es menos arriesgado que el Teto. Alguno ya ha aprovechado el Prime Day para hacerse con una gorra y un megáfono que aguanten el próximo Noviembre Nacional a voz en grito, a la vista de que Gallardo no va a contar con su fiel Veganzones, que se ha largado porque le tocaron... las convicciones. Luego está el laberinto dentro del laberinto. Ese que ha despejado el camino del liderazgo a Pollán, que siempre fue más de los ‘kikos’ que de los jesuitas de Bambú. Bambú se fue a la guerra / qué dolor, qué dolor, qué pena. Dos gallos en el mismo hemiciclo. Es Pollán el que tiene el cargo por el mango y a temple no le ganan ni los templarios. Curioso será ver a Santonja en los plenos, resistir contra quienes le pusieron, ahora que es un mantenido de Mañueco. Anda contando a quien quiere escucharle que él se queda porque no quería marcharse. Un cachondo, pero de los de risas, no de los de mirar cuentas cochinas, como Igea, que lo pillaron con el carrito del helado en Twitter, cuando era Twitter. Un día Mañueco tuvo un sueño dulce y húmedo. Lo soñó dos veces para contrastar. Pues ni aunque lo sueñe tres le sale tan bien.