El acomodador de las Cortes CyL

Seguramente sea Carlos Pollán el político más abnegado de Castilla y León, sin ninguna duda. A su labor de ordenar el tráfico del rebaño de 81 individuos e individuas que acuden a meterse una billetada a los plenos y por pasar el rato tuiteando y metiendo el cuezo en internet, también tiene que hacer de acomodador, como si fuera la sesión dominical de tarde del extinto Emperador, mítico cine de la capital leonesa, que el PSOE lleva restaurando desde los tiempos de Zapatero, como todo lo que repara el PSOE de León. Muy dichosa ella, Cuca NoAmarra, vino al pleno de política general y se colocó en segunda fila sin tener abono. Ella que institucionalmente no es nadie. Nadie más que el resto de parlamentarios nacionales para los que está reservada la última fila del hemiciclo, no gallinero, que eso es para invitados y demás comparsas. Y llegó el avispado de Pablo Fernández, el cada vez Podemos menos, y le puso la linterna. Pollán no dudó en ponerla en su sitio. Aunque se resistió la arrogante. Tuvo que decírselo tres veces y escuchar las inapropiadas quejas de De la Hoz, que estaba de despedida, no de soltero, sino de las Cortes, que es parecido. El caso es que Pollán acodó a Cuca muy cucamente en su sitio, no en el que se buscó ella, como si fuera la final de la Champions de París, que se llenó de jetas que se sentaban donde se les ponía por los huevos, buscando el mejor asiento posible. El caso es que Cuca hizo el ridículo. Una vez más hizo de Cuca. Y, claro, uno se da cuenta que este es el personal que rodea a Feijóo y empieza a comprender muchas cosas, amigo Sancho, de lo que le sucede al PP. Se ha llenado de acomodados, que no cuentan que en la vida está cada vez más plagada de Pollanes dispuestos a poner al personal en su sitio. Por otra parte, el PSOE de León se encargó de arruinarle con el Lexit el día a Tudanca, que ya iba mermado, para mayor gloria de Mañueco, perfectamente acomodado en su papel de presidente de larga duración.