DISTRACCIÓN DE LA MENTE
Retórica electoral
LA UNIVERSIDAD, cuna del conocimiento y de la sabiduría europea cuyo origen se remonta a la Edad Media y de la que hemos heredado la cultura grecolatina, impartía los estudios del Trivium y Cuatrivium. El Trivium venía constituido por el conjunto de las tres artes liberales relacionadas con la elocuencia, es decir, la gramática, la dialéctica y la retórica. El Cuatrivium lo conformaban las cuatro artes de las matemáticas, esto es, aritmética, música, geometría y astrología o astronomía. La unión de los dos estudios daba a los jóvenes universitarios una formación integral que les permitía progresar, innovar y crecer en el desarrollo de su personalidad. El cuadro formativo de la época era integral, holístico o global, diríamos hoy. De todas ellas, destacaba la retórica entendida entonces como el bien decir y dar al lenguaje escrito o hablado eficacia suficiente para deleitar, persuadir, convencer o conmover. En la retórica siempre estaba como telón de fondo la búsqueda de la verdad.
La campaña electoral en el País Vasco ha terminado con la pugna entre los dos partidos que pujan por el poder autonómico con vías, en un futuro y por mecanismos distintos, de alcanzar la autonomía definitiva de las tierras vascas. Al acecho se encuentran otras formaciones que fueron hegemónicas en su momento, pero hoy apenas tienen fuerza para proponer otra visión territorial de las Vascongadas. No deja de ser significativo que los últimos días antes de los comicios el debate se centrara en las víctimas del terrorismo, como si no hubieran existido en los últimos sesenta años. La retórica de las formaciones políticas ha obligado a que el candidato Otxandiano pidiera perdón a las víctimas de la banda terrorista. Y lo ha hecho a su manera, con la boca pequeña. A su formación política se le ha pedido que se incorporaran al sistema de partidos políticos del régimen del 78 y dejaran los repugnantes y delictivos medios que utilizaron hasta hace bien poco tiempo. Y lo han hecho. Incluso su candidato ha pedido perdón a las víctimas. El problema no es únicamente si piden disculpas o no por las muertes acaecidas por los atentados criminales, sino que esas víctimas no tengan la Dignidad, la Memoria y Justicia que se merecen. La retórica política si no está unida a la verdad y a la justicia, se queda en eso, retórica táctica vacía y cortoplacista para mejorar los resultados electorales.