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EDITORIAL

La Ruta de la Plata requiere claridad en el estudio sobre la línea ferroviaria

Concentración para pedir la reapertura de la Ruta de la Plata, en una imagen de archivo.-ICAL

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LA RUTA de la Plata es una línea de ferrocarril que lleva 38 años cerrada, pero en Castilla y Léon, sobre todo en las zonas que atraviesa el trazado ferroviario, se demanda su reapertura, mucho más después de que el Parlamento Europeo haya incluido esa vía en su planificación de infraestructuras férreas para el año 2050. Ahora, el Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible ha adjudicado, por más de 800.000 euros, el contrato para la redacción de un estudio sobre su viabilidad. 

Evidentemente, uno de los factores a analizar será el coste de la reapertura de una línea que en algunos casos se convirtió, tras su desmantelamiento, en vía verde, tal y como recordó el ministro del ramo, Óscar Puente, en un foro organizado por este periódico. Pero ese coste debe contrastarse con aspectos económicos, medioambientales, potencial de demanda de viajeros y mercancías y, también, con la rentabilidad social, porque no hay que olvidar que uno de los argumentos de quienes se han manifestado, y volverán a hacerlo, en Salamanca, Zamora o Astorga, es que la línea contribuirá al desarrollo industrial de los lugares que atraviesa, y hay que tener en cuenta que una parte de esos territorios están sufriendo un proceso sangrante de pérdida de población.

Por todo ello, el estudio es importante para poder contar con  un diagnóstico claro que permita optar por el tratamiento adecuado. Por supuesto, el estudio, que no es barato, debe permitir llegar a conclusiones con facilidad. Es decir, requiere claridad y concisión sobre las opciones existentes para su reapertura y su coste económico.

Por supuesto, posteriormente se producirá una decisión política que puede basarse solo en cuestiones técnicas y económicas o, en la medida que quiera el departamento encargado de tomar la decisión, tener en cuenta otros aspectos, como la mencionada rentabilidad social o la decisión europea de apostar en el territorio comunitario por el ferrocarril, algo que comparte plenamente España, como medio de transporte preferente.

En cualquier caso, la adjudicación del contrato para la realización del estudio de viabilidad de la línea, cuyo plazo de ejecución es de 24 meses, es un paso positivo, porque Castilla y León ha realizado una demanda que se ha visto avalada por una decisión del Parlamento Europeo y la respuesta que se produzca debe contar, antes que nada, con los suficientes argumentos técnicos que la justifiquen.