El concejal reparte ceniceros
MIREN QUE lo hemos advertido aquí, con ejemplos prácticos, que ese afán por asomar en una foto tiene consecuencias ridículas, cuando no polémicas o esperpénticas. Ese afán de los políticos de salir por salir para parecer que hacen algo. Esa competición por el Twitter para que luego te pongan pingando. Pero no aprenden ni lo harán. La necedad se ha instalado en la política y no la saca de ahí ni Dani el de Desokupa. La última ha sido la del edil de Valladolid de Salud Pública y Seguridad Ciudadana, con lo de la limpieza empotrado por el equilibrio del pacto entre PP y VOX, Alberto Cuadrado. Cuadrados los tiene para ponerse a repartir ceniceros desechables en plenas fiestas de Valladolid y además exhibirlo. La del pulpo le ha caído. Ymira que les han dicho en Madrid, desde la madrileña calle Bambú, no hagáis nada, pero sobre todo no hagáis el ridículo. Pero aquí, como se le presente la oportunidad de hacer el mequetrefe, nadie pierde ocasión en la política de nuestros días. Ytodo por salir en una foto. No tendrá cosas que hacer el edil que lleva la salubridad, la seguridad y la limpieza de una ciudad inmensa y enorme en fiestas para andar repartiendo ceniceros por la calle, como si fuera el día del Domund. Sin ir más lejos, darse una vuelta por la estación de autobuses y podrá desplegar en un único enclave todas las competencias delegadas por el alcalde hacia su persona. Repartir ceniceros no se encuentra entre esas atribuciones cedidas por la Alcaldía. Para eso hay repartidores. A cuenta de esto nos hemos enterado que el tabaco, como el soterramiento, también tiene Mesa. Ytodo por el afán de salir en una fotilla. Parafraseando a Marx, Groucho, no el comunista, es mejor no salir para nada y parecer un haragán, que asomar el hocico y disipar toda duda. Apatrullando la ciudad, apatrullando la ciudad. Lo cierto que el tema es digno de la saga de Torrente 7, El Cenizo.