Diario de Valladolid

Javier Pérez Andrés

San Isidro, perdónales

Fenavin 2023. ICAL

Fenavin 2023. ICAL

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SAN ISIDRO LABRADOR, perdónales porque no saben lo que hacen. Sin labradores no hay futuro. Tanto como libertad sin periodismo. En estos días no es aconsejable posicionarse sobre algunos asuntos, por eso de la ley electoral. Tan surrealista. A mí lo que me escuece es que, con tanta segregación en las elecciones rurales, van desintegrar las ultimas posibilidades para aunar esfuerzos en los pueblos que, si ya están partidos por las guerras de familias y los asuntos tribales heredados, ahora tienen tantos colores de papeletas como vecinos. Debería votarse por comarcas y cabeceras. ¡Vaya! Se me escapó esta atrevida ensoñación…

Permítanseme algunos apuntes, sin acritud, solo balas de fogueo. Por si sirve para algo. Las dársenas del Canal de Castilla. La de la ciudad del Carrión, con riesgo de metralla de cemento y ladrillo. Qué locura. Y la de la ciudad del Pisuerga, en el más absoluto abandono espiritual. Qué inconsciencia. El viejo sueño de la Ilustración sigue dormido para las nuevas generaciones, para el turismo de interior y para dos ciudades donde atracaron las barcazas. Menos mal que la parábola de la vid funciona. Viva el vino. Un grito de guerra al que todos se suman sin profundizar.

Mucho énfasis y poco análisis a la hora de trazar el vínculo cultural entre la sociedad que consume y la que sigue el estado fenológico. Los proyectos se anuncian, siempre ajenos a las bodegas que no se merecen tanto apoyo espiritual. Más de la mitad pasan, incluso cuando es gratis su promoción y se les proporcionan plataformas de venta y publicidad. Debieran poner más huevos en la cesta del enoturismo. Estas cuestiones, como las de las ferias sectoriales, carecen de observatorios neutrales y conocedores del sector que informen y formen a las decisiones políticas, tomadas con más euforia que viabilidad. Hablemos de metraje.

Barcelona se frota las manos cuando algunos le quitan flores a Fenavin, que es la Feria Nacional del Vino. La que nosotros perdimos por la estupidez de los políticos. Mosto de otras uvas. Fenavin es buena feria. Se lo ha ganado. Su diseño, promoción y agenda cultural lo han vuelto a demostrar este año. La Fira intenta, por todos los medios, recuperar su supremacía ferial en la materia. El éxito de Gourmets y Fenavin se lo ponen difícil. Nosotros lo pusimos fácil.

Valladolid se rindió hace una década. Ojo a los análisis individuales de las bodegas en materia ferial. Cada uno cuenta la feria como le va, y de ahí que alguien debería ir pensando en un observatorio con criterio o incluirlo en el CES CyL. Las ferias están tocadas por Internet, como todo, pero siguen siendo, por fortuna, el lugar de encuentro, contacto y visibilidad. San Isidro, perdónales, ya sabes que en España todos saben de política, fútbol, toros y, ahora, de vinos. Qué peligro. Así nos va.

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