Toque de atención de la EPA que vuelve a evidenciar los desequilibrios
MAL DATO del par0 en Castilla y León, al igual que en el conjunto del país. El número de desempleados sube en la Comunidad en el primer trimestre del año, según reflejan los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA). Bien es cierto, y justo es reconocerlo, que la Comunidad continúa manteniendo una tasa de desempleo por debajo de la media de España y se mantiene como la quinta Comunidad con menor índice de paro. Pero eso no es consuelo. Lo que está haciendo la EPA es enviar un mensaje claro, a modo de llamada de atención, que las administraciones tienen que saber leer para poner en marcha políticas que hagan de esta subida un simple lunar en la buena marcha del empleo.
Son señales, mensajes que no se pueden obviar, ni echar en saco roto. Es obligado que todos los sectores implicados analicen y remen en la misma dirección. Sólo así se articularán las políticas y medidas correctas, que ayuden a remontar este mal dato. Pero es que, además, en el caso de Castilla y León, de nuevo aparecen los desequilibrios entre las provincias. El paro sube en los nueve territorios de la Comunidad, pero de manera muy desigual, que se observa mucho más en la tasa de desempleo. Y, para muestra, los ejemplos de Segovia y Zamora. La primera, a la cabeza del país con uno de los índices de desempleo más bajos de España, mientras la provincia zamorana se coloca en el furgón de cola. Y si se comparan una y otra, Zamora tiene el doble de tasa de paro que Segovia. A esto se le añade el que tres provincias, Segovia, Burgos y Valladolid se sitúan por encima del resto, con un mejor comportamiento de empleo y una menor tasa de parados.
Hacía ahí deben dirigirse las políticas, hacia la corrección de esos desequilibrios territoriales. No puede ser, como se ha defendido en más de una ocasión desde estas páginas, que en la misma Comunidad, en el mismo territorio se produzcan estas desigualdades, que se agudizan, y de qué manera, en Zamora. Se tienen que redoblar los esfuerzos para reducir las diferencias entre provincias. Este es un mal que va camino de convertirse en endémico, a menos que se actúe y que se haga ya. Los desequilibrios son una constante que, EPA tras EPA, se van evidenciando. Evidencia a la que ahora se le suma el toque de atención que deja la Encuesta de Población Activa con la subida del desempleo en la Comunidad.