Diario de Valladolid

Félix Villalba

En la muerte también hay desequilibrio territorial

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UNO de los problemas de la despoblación es la dificultad para llevar servicios a los lugares donde hay pocos habitantes. Es una cuestión de rentabilidad y, a veces, no siempre, también de eficiencia. En el plano teórico, todos los castellanos y leoneses, o todos los españoles, tienen los mismos derechos, las mismas oportunidades o todo lo que se quiera añadir, pero en el práctico, hay desigualdades en función del lugar en el que se viva, entre españoles y entre castellanos y leoneses. Son los famosos desequilibrios territoriales que en esta comunidad autónoma suponen un reto tan grande como el demográfico –que está relacionado– desde hace mucho tiempo y que provoca de vez en cuando debates políticos con participación de todas las formaciones, aunque nadie ha conseguido dar con la tecla para solucionar el problema, ni en España ni en Castilla y León. La sanidad es una de las cuestiones que se ve afectada. No es lo mismo vivir en Soria que en Valladolid a la hora de recibir atención sanitaria solo por el hecho de que un soriano tiene más posibilidades de tener que desplazarse a otra provincia porque en la suya no se le puede ofrecer la atención que necesita. En muchos casos es inevitable porque las inversiones en sanidad son grandes y hay que racionalizar y fijar hospitales de referencia que, en determinados tratamientos, acojan población de otros lugares. Sucede en España y en Castilla y León y es la forma de que haya sanidad para todos, aunque algunos tengan que desplazarse más kilómetros que otros, gasto que, en cualquier caso, cubre la sanidad pública. El desequilibrio, sin embargo, es más cruel cuando se produce la muerte. Porque el que ha sido desplazado a un hospital de otra provincia o comunidad autónoma y muere, dejará a su familia un cargo mayor por el retorno del cuerpo a su lugar de origen. Eso tienen posibilidades de sufrirlo más quienes menos servicios sanitarios tienen en su lugar de residencia. Por eso los sorianos de Soria Ya reclamaron esta semana en las Cortes que Sacyl, que es la que decide quién va a qué hospital, se hiciera cargo de esos gastos, pero el PP y Vox votaron en contra y el PSOE se abstuvo. No está en la cartera de servicios y ocurre lo mismo en toda España, es una de las respuestas dadas, que es totalmente cierta, pero también lo es que a la postre es un desequilibrio más, en España y en Castilla y León, que va en contra de quienes, por cuestiones de racionalidad económica o eficiencia, tienen los servicios médicos lejos de sus casas. Sí, les ocurre lo mismo a los que viven en los pueblos respecto al desplazamiento al hospital de su capital, pero el coste es menor. Morirse en un hospital de otra provincia para un soriano supone un gasto mínimo de 2.000 euros más –si tiene seguro lo cubrirá el seguro– por el traslado si es desde Burgos y de casi 2.500 si es desde Valladolid o Salamanca. Traslados en dirección contraria son más raros, porque también hay desequilibrios en la muerte. 

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