La Sierra de la Culebra ‘on fire’
Dicen que la música amansa a las fieras. Pero nada dicen de que sofoque los incendios ni el encabronamiento popular que prende por las llamas. VOX se empecinó, por aquello de acudir al rescate de la gente con ocurrencias, en vez de con víveres y alternativas, con un concierto solidario. Y el empecinamiento es lo que tiene, que te lleva desde la mamarrachada inicial al ridículo final. Cumplimos lo que decimos. Y si decimos una bobada, la cumplimos. Concierto en la Sierra de la Culebra con Alaska, la que ya es Olvido que seremos, sin los Pegamoides ni Dinarama, pero con Fangoria y un DJ, que es un tío que pone discos pero sin discos, que antes era motorista, pero lo dejó porque no cogía una curva a derechas. Lo que la naturaleza no da, el apellido no lo presta en el circuito del motociclismo. Espantan hasta a los lobos. Los habitantes y moradores de la zona no salen de su asombro ante la culminación de la ocurrencia musical en el fragor de una noche veraniega de Twitter acalorada. Mejor haría el vicepresidente de la Junta, Juan García-Gallardo, en escuchar a las paisanas y paisanos, que en seguir el instinto de ocurrentes. Mejor le iría y sofocos se ahorraría. Que el ritmo no pare. A partir de ahora ya saben, ciudadanos del mundo de Castilla y León, si se les prende el monte y los alrededores, concierto que dios te crió. Conciertazo para que la Sierra de la Culebra se ponga on fire. Mil campanas suenan en mi corazón. No preguntes por quién doblan, lo hacen por nosotros y nuestros impuestos que, con enorme generosidad y penitencia, consumen sueldos políticos, BMWs oficiales y chiringuitos de los políticos. Y si se trata de las Cortes de Castilla y León, eso ya parece la hoguera de San Juan, peineta mediante. Por detrás y por delante. No. No me arrepiento / Volvería a hacerlo, son los celos. Y de gratis nada, Juan, lo de Alaska lo apoquinamos entre los impuestos de tantos,º solidariamente, como las indemnizaciones por lo civil.