Gran paso en la unión del PP en Soria, y los flecos
ESTABA anunciado, pero no por ello deja de ser un hecho relevante en la historia política soriana. La firma del acurdo de integración de la Plataforma del Pueblo Soriano (PPSO) en el Partido Popular pone fin a una década de división en el centro derecha soriano, o simplemente en el PP, porque no se trata de un integración, sino de una reintegración. Quienes vuelven fueron figuras muy importantes en el PP soriano, entre los que destacan José Antonio de Miguel, líder de la PPSO, que fue secretario general del PP –además de procurador y diputado nacional– y Antonio Pardo, actual alcalde de El Burgo de Osma, que también fue secretario general de los populares –además de presidente de la Diputación y alcalde de El Burgo–. La PPSO ha hecho daño al PP en las elecciones que se ha presentado, incluidas las que no logró representación, pero restó a los populares. Ha habido enfrentamientos duros, en ocasiones de esa crueldad característica de las guerras intestinas. La integración no será fácil, queda aún mucha herida abierta y rencores que no se ocultan, pero de momento se trata de un éxito de Benito Serrano como presidente del PP de Soria. Su labor, no obstante, no termina ahí, ya que debe buscar limar esas asperezas que aún quedan, pero no solo con los que regresan después de su aventura en la PPSO, sino también con los que no se han ido nunca y que algunos les tiene marcados como los que estuvieron al lado de los «niñatos de Nuevas Generaciones» que estuvieron al frente del PP nacional con Pablo Casado, como se dijo en el último comité ejecutivo provincial en el que algunos celebraron el aniversario de la ejecución política del anterior líder del partido en España. Serrano, tras gobernar en la Diputación con tres diputados de la PPSO ha tenido la suficiente mano para llevar a buen puerto su integración, pero le queda aún trabajo para unir un partido que en Soria ha sido una crisis interna constante. Los acaloramientos en las intervenciones del último comité ejecutivo provincial no ayudan a la necesaria integración del centro derecha, porque aunque ahora haya mucho silencio para no perjudicar en las elecciones municipales, no se han desativado todas las bombas en el PP. Parte de esos discursos encendidos en exceso fueron por defender la vuelta al PP de Miguel Cobo, que dio portazo al partido cuando le dijo que debía ceder la Alcaldía de El Burgo a la PPSO, ganadora de las elecciones. Ni a mitad de le gislatura cambió y votó al PSOE cuando ya no servía para nada. Algunos pideron cautela, porque tiene una causa pendiente.