El temporal GaGa nos pilló a todos en pelotas

A TODOS NOS ha pillado en pelotas el último fenómeno ‘políticoclimático’ que ha arrasado con fuerza Castilla y León, con especial virulencia en las cordilleras gubernamentales. El temporal GaGa asomó sin previo aviso. Ni la Aemet las cheiró. Y cuando se dieron cuenta unos y otros caían chuzos de punta, con ráfagas huracanadas, que han tronchado más de un abedul. En pelota picada ha cogido a todos, incluso a los más avezados ‘polítologoclimáticos’ que ahora dicen que ya lo decían ellos. Lo cierto que ha sido un temporal como pocas veces habíamos visto en la meseta. Filomena, a su pesar, fue una broma helada, mientras que GaGa ha sido un recalentó recalcitrante en pleno enero, apenas disfrutados el Scalextric que echaron los Reyes a las niñas y los juegos de médicos, matronas y paritorios, a los niños. Y no es porque no hubiera dado síntomas recientes de formaciones de borrascas parlamentarias en épocas otoñales, primaverales y hasta estivales. GaGa ha emergido con todo su vigor y esplendor en este inicio de año que apunta a un mayo redentor de urnas y alcaldías. Sus consecuencias y efectos, devastadores en el mismo epicentro del temporal, no podremos conocerlos seguramente hasta que amaine, las aguas vuelvan a su cauce, se despejen los torrentes, se limpie el barro... Y será ahí cuando aparezcan los cadáveres políticos. Pero para eso, por mucho que se pronostique, habrá que esperar al mayo florido de urnas, donde la luz del sol democrático lo ilumine todo. Pero lo cierto es que GaGa, ya como fenómeno, incluso climatológico, no defrauda. La Aemet, pendiente de próximos episodios y que no le vuelva a pillar en pelotas como Filomena, a su pesar. Ya lo dice la sabiduría popular de la España que madruga, no de la Hungría mendruga: Quien SIEMBRA vientos, buena sombra le cobija. No somos húngaros ni hartos de vino.