La información nos hace libres, y sin libertad no es posible la prensa
“La prensa no solo es el arma más poderosa contra la tiranía y el despotismo, sino el instrumento más eficaz y más activo del progreso y de la civilización”. La frase, que suena perfectamente actual por la situación que angustia a Europa como consecuencia de la invasión rusa de Ucrania, suma casi 200 años desde que la pronunció Francisco Zarco, diputado, político y periodista mexicano. Esta cita subraya la importancia para la democracia de los medios de información y pone en valor que hoy, 3 de mayo, celebramos el Día Mundial de la Libertad de Prensa.
El estado de salud de la democracia en toda sociedad avanzada se mide siempre en el termómetro de su libertad de prensa. La labor que desarrollan los medios de información es fundamental para proteger a los ciudadanos de la corrupción, la propaganda y la desinformación.
Cumplidos dos meses del primer ataque ruso sobre territorio ucraniano, el mundo entero ha podido constatar la diferencia entre una prensa libre y una sojuzgada; el contraste entre la invitación a los medios del presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, para que acudan a su país a contar la verdad de los horrores y atrocidades cometidas por las tropas rusas; y las trampas e impedimentos, en forma de leyes injustas y arbitrarias, que su homónimo en Rusia, Vladímir Putin, ha impuesto y que han logrado espantar de su país a algunos de los medios internacionales más importantes, además de acallar las voces críticas de la opinión pública rusa. Dos modos muy diferentes de entender el papel de la prensa.
El senador estadounidense Hiram Johnson dijo en 1917, en tiempos muy convulsos, que “la primera víctima cuando llega la guerra es la verdad”. Y, lamentablemente, se ha puesto de manifiesto en el conflicto bélico que ahora sufrimos en suelo europeo. El Kremlin no solo ha declarado la guerra a Ucrania, también a los periodistas. La nueva ley rusa que amenaza a los profesionales de la información con 15 años de cárcel por “divulgar noticias falsas” sobre la guerra de Ucrania - léase, simplemente, “por informar”- hace tambalear los pilares sobre los que se sustenta el libre ejercicio del periodismo.
Allá donde se respeta la libertad de prensa, emerge la verdad; allá donde se cercena, terminan imponiéndose la mentira y la manipulación.
En esta misma dirección se pronuncia la Unesco en su último informe anual sobre la profesión, titulado El periodismo es un bien común. En él, este organismo de Naciones Unidas subraya la indiscutible importancia de la “información verificada y fidedigna”. La flagrante desinformación de la que ha hecho gala Moscú para justificar su brutal ataque representa una seria amenaza para las democracias occidentales y nos conmina a todos a redoblar esfuerzos en el más contundente rechazo a toda forma de presión, coacción, censura o injerencia sobre los medios de comunicación. Está en juego nada menos que el derecho de los ciudadanos a una información libre, veraz e independiente.
Audrey Azoulay, directora general de la Unesco, considera esencial el papel de los “periodistas libres y profesionales a la hora de difundir la información”. Una poderosa arma ante la información errónea y los contenidos nocivos. El periodismo libre es la mejor herramienta para combatir la información errónea, los mensajes sesgados y los contenidos nocivos. La defensa encendida de esa libertad constituye una de las razones de ser de la Asociación de Medios de Información (AMI).
Y, afortunadamente, no estamos solos en esta causa. La prestigiosa Academia Sueca concedió, en su última edición, el Premio Nobel de la Paz a dos periodistas, el ruso Dimitri Muratov y la filipina Maria Ressa por su lucha en favor de la libertad de expresión allá donde se ve amenazada como “condición indispensable para la democracia y la paz duradera”. Este reconocimiento supuso, por extensión, un respaldo expreso a la lucha valiente que tantos y tantos profesionales y medios de información desarrollan, en circunstancias adversas, en muchos lugares del mundo.
Curiosamente, apenas unos meses después de la concesión de este galardón, Nóvaya Gazeta, el diario independiente de Muratov se ha visto obligado a suspender su publicación tras recibir una “advertencia” por parte de las autoridades rusas que, sirviéndose de instrumentos legales de coacción, atentan sin ningún pudor contra la libertad de expresión de todo un Nobel de la Paz y sus compañeros.
El informe de la Unesco pone de relieve que el periodismo es un bien común para la sociedad y que los Estados, el sector privado y la sociedad civil deben comprometer los medios necesarios para protegerlo y sostenerlo.
Aunque en países como España hayamos conquistado altas cotas de libertad en el ejercicio de nuestra labor, algunos datos que arroja este informe sobre la amenaza que, con carácter general, se cierne sobre este derecho en el mundo resultan especialmente preocupantes. El retroceso vivido en los últimos cinco años, con una merma de la libertad de prensa en el 85% de la población mundial, hace saltar las alarmas y obligan a una profunda reflexión y a una abierta y pública denuncia.
Los gobiernos de 44 países han aprobado leyes que, como la impulsada por Putin en Rusia, representan un grave riesgo contra la libertad de expresión online. Los medios de información de todo el mundo hemos de unir nuestros esfuerzos y exigir acciones que permitan recuperar y garantizar los estándares exigibles de libertad y democracia. Poco a poco, línea a línea, titular a titular, noticia a noticia, ejemplar a ejemplar.
La Asociación de Medios de Información apoya y respeta la libertad de prensa como pilar esencial de una sociedad democrática y transparente. Por eso, retomando las palabras de Zarco, creemos que la prensa debe continuar siendo un arma eficaz contra los tiranos y los poderosos, capaz de volar para asentar la democracia en cualquier rincón del mundo. Y hoy debe ser un día para llamar a la reflexión y al compromiso de todos para enarbolar la bandera de la libertad de prensa. Gracias, compañeros de los medios de información, por luchar día a día por ello. Gracias, queridos lectores, por acompañarnos en este vuelo.
José Joly es presidente de la Asociación de Medios de Información