Comisiones de investigación nada útiles

PARECE QUE AHORA sí, después de los boatos de los plenos de constitución, de la investidura y de la toma de posesión, las Cortes de Castilla y León van a comenzar a ponerse a trabajar en lo que de verdad importa. Es de esperar que lo hagan ya porque los ciudadanos están esperando que comiencen a hablar de lo suyo. Y lo suyo es todo aquello que sirve para mejorar la vida de los castellanos y leoneses, que viven momentos de dificultad con la crisis de la subida de precios.

Si los políticos que se asientan en las Cortes no ven aún esa necesidad de empezar ya a trabajar por los ciudadanos que les votaron y a los que representan, no tienen más que mirar a la última Encuesta de Población Activa (EPA), que da ya un aviso con un aumento del paro en la Comunidad en los tres primeros meses del año. Hacía deben dirigirse esas políticas que se legislen en las Cortes para que sirven.

Porque para cuestiones que no sirven para nada ya están las comisiones de investigación. Bueno, sí que sirven, para engordar la faltriquera de algunos procuradores, especialmente de Ciudadanos, que no tenían.Y para muestra el caso de la entonces procuradora de Cs por Palencia, Alba Priscila Bermejo, que llegaba a cobrar más que el presidente de la Junta sin tener dedicación.

Para eso sirvieron las comisiones de investigación y para nada más. No hay que mirar el desarrollo y conclusiones de cada una de ellas: plan de medios, fondos miner y la de las cajas. Por no hablar de la comisión de investigación de la trama eólica y la Perla Negra, ambos procesos ya judicializado, que suma ya años y que para nada ha servido. El único afán, a la vista de la inútiles conclusiones de cada una de ellas, era el de hacer caja.

Nadie pone en duda que no se tengan que hacer, pero desde luego tendrían que replantearse para que su utilidad fuera más allá que la de engordar los bolsillos de algunos con dietas de asistencia. Las Cortes no ostentan el poder judicial. El Parlamento autonómico está para legislar. Y eso es lo que tienen que hacer, dedicarse a trabajar en lo suyo, que es legislar por y para los ciudadanos. Que se pongan a funcionar ya a funcionar y a trabajar para justificar el alto coste político de dinero público que suponen.