Apaga al salir
UNA, DOS... así hasta once. Hay que contar todas las crías, tener la certeza de que están vivas. Una pareja de zorros se ha empadronado en el vallisoletano Páramo de La Parrilla y conviene estar atentos. Están todas. Más o menos tranquilas. Una, que nació en plena nevada, corretea ágil y errática, salta, se tumba… Junto con el nombre de la madre también se llamará Filomena.
Tras revisar las pilas de agua en las que abrevan los bóvidos, despliego las páginas de este periódico en las que Felipe Ramos entrevista a Pablo Fernández. Conforme avanzo en las preguntas se acrecienta el tono de reprimenda. El de Podemos escapa en sus respuestas como puede. Malamente. Difícilmente un partido político puede caer en tan groseras, esperpénticas e irregulares contradicciones como sucede con la formación morada (… hay que reconocer que ya daban una pista, por lo de ponerse morados…).
«Cual varilarguero de buen brazo y bruñido oficio, Ramos receta, entre preguntas de menos intensidad, puyazos de profundidad»
Cual varilarguero de buen brazo y bruñido oficio, Ramos receta, entre preguntas de menos intensidad, puyazos de profundidad. No responde con casta Fernández, tan sólo se le ve, al trote mansurrón, acercarse a las tablas. Al evocar la figura de su líder (¿quizá gurú?), le brota el instinto paternal (o maternal, según como se autoperciba), y su aspecto mesiánico cobra un aura de fiel vasallo.
La luz, ¡ah, la luz! Dice Fernández que la subida de la luz ha sido una auténtica vergüenza. Sus palabras nos iluminan… aunque habla como si su partido no formara parte del Gobierno que ha disparado el recibo eléctrico.
Lo bueno de ser un iluminado es que en esto de la luz se puede estar en un lado y en el otro. Cuando se maneja el interruptor del poder se puede apagar y encender a su antojo. Y si el sustento argumental (es un decir) del partido es una oferta de viaje al Paraíso, con ruptura de todas las estructuras esclerotizadas que oprimen a la clase descastada, en compañía de Sucesores de ETA y Cía, Sucesores de Pujol y Cía, con posibilidad de niñera premium, pues aún más. Si se viaja en clase VIP se facilitan ejemplares de la Constitución preparados para ser demolidos. Fernández, apaga al salir.