El ministro de Agricultura de Andalucía en CyL
La mañana de ayer al ministro de Agricultura de Andalucía, Luis Planas, que se la apunten al techo a la hora de confeccionar la nómina de septiembre que cobra de las arcas públicas. El desdén de este ministro hacia el territorio con más potencial agrario y agroalimentario de España no sólo es tremendo, sino que a en ocasiones es absoluto. Una vez más vino de paseo y visita. Poco viene, en comparación con lo que acude y acuna a su Andalucía del alma mía. Que pareciera que no hubiera más problemas en el campo que los que se producen en ese territorio. Y es que el territorio hace mucho. Castilla y León perdió a una vallisoletana al frente del departamento, Isabel García Tejerina, y ha ganado un ministro que hace honor a su apellido. Un ministro tan plano que ni tiempo tiene para reunirse con las organizaciones agrarias de Castilla y León, siendo lo que es el sector para el conjunto del país. De regadíos, ni gota desde su llegada. En materia de inversiones para Castilla y León es de secano. Cuando se sucedió la organización de subvenciones para vendimia en verde se castigó al territorio con más Denominación, es decir, el que ha seguido los parámetros de la calidad que marca Europa, y todo para el viñedo de la Castilla socialista de Page. Aunque en este caso, el que ejerció de page fue Planas. Y de la PAC. Pues Castilla y León pierde una morterada de millones por el reparto de Planas, llegado del sectarismo socialista del todavía feudo de Susana Díaz. Eso sí, allí acudieron raudos y veloces en tropel los afamados dirigentes del PP de Valladolid, con sus lustros cargos, a darle lustro al paseo matutino de Planas por estas tierra anchas. Dura como el hormigón armado. Tal que hubiera venido el secretario general de la ONU.