Los políticos renuncian a la mitad de su sueldo
TRIBUNA
Es muy elogioso que los políticos españoles de cualquier tipo de ideología hayan decidido renunciar a la mitad de su sueldo. Estoy verdaderamente emocionado por sentir que en nuestro entorno sigue habiendo seres enternecedores que piensan en los demás, que no disparan con pólvora del rey, porque lo hacen amparándose en sus propios y escuálidos honorarios, lo hacen desde la verdadera sensibilidad, que es la que poseen los seres humanos que saben que en esta España nuestra, y también de los catalanes, se está pasando por un momento complicado.
Escribo desde la más verdadera de las emociones, ya que nuestros dirigentes, nuestros guías, nuestros maestros, esos seres que vocacionales y valientes han resuelto dedicar todo su tiempo, economía y empeño a los demás. Merecen, sin duda, el mejor de los aplausos . El más reconocido de todos los homenajes que el ser humano sea capaz de ofrecer.
Hoy es un día emocionante para esta España rota y encerrada que se deshila en los acontecimientos que se suceden, para esta España que no sabe qué es lo que va a pasar y que ahora se frunce en el desconcierto diario por el complejo y resbaladizo Covid-19 , para la España que se emociona y se cabrea con facilidad, porque nuestro carácter tiene huellas de culturas lejanas que nos han hecho como somos.
Este es un día tan emocionante como aquel en que quizá el periodista, José Ortega Munilla , padre de Ortega y Gasset escribió en aquel emblemático periódico que se llamó 'El Imparcial' la terrible y desazonadora noticia del incendio que había devastado por completo el gran Museo del Prado . Aquel día, especialmente los madrileños, leyeron la crónica con abatimiento y se desplazaron para comprobar el alcance de la catástrofe. Cuando se acercaban, se iban dando cuenta que aquel gran autor del realismo había ofrecido una breve novela que dio mucho que pensar; porque las autoridades tomaron nota y además de negociar importantes seguros, que hasta entonces no existían, se ocuparon de que se hiciese un minucioso estudio para que el gran Museo del Prado, nunca pudiese arder. Fue un día festivo para este inmenso país que nos cobija.
Porque aún anunciada una desgracia, la resolución produjo una inmensa alegría que tornó aquel día en una fiesta celebrada por todos.
Nuestros políticos saben que acompasar a sus votantes es un verdadero acto de buena voluntad y por eso han tomado, unánimemente, esa compleja y ardua decisión. Hoy en la clausura o aislamiento en que estamos tan comprometidos, celebraremos una fiesta. Aplaudiremos que quienes dirigen el rumbo de este gran país sean seres humanos que cuando asisten a manifestaciones solo lo hacen en beneficio del común, que discuten acaloradamente por nosotros, que toman decisiones sutilmente meditadas y que, además de todo, ahora han decidido rebajar sus salarios en aras de cada uno de nosotros.
El honorable President de la Generalitat de Catalunya, Jordi Pujol y Soley ese tan querido y acreditado político catalán, también ha querido ofrecer a las arcas del Estado, todo lo que algunos medios de comunicación difamadores han dicho que robó y que sólo se dedican a buscar los cinco pies del gato. Pues ayer ese honorable señor donó a las arcas del Estado unos cuantos miles de millones de euros que procedían de la herencia de su padre.
Por eso España es especialmente grande y acogedora, porque laten en nosotros los valores del Cid Campeador de Cristóbal Colón y Magallanes; la locura inteligente de Don Quijote; la cordura de Sancho Panza; la intimidad y recogimiento de Santa Teresa y de San Juan de La Cruz; la fantasía de Zorrilla en su Tenorio; la universalidad de la estética de Picasso y de Gaudí; la pujanza y la destreza de Miguel Induráin, Fernando Alonso, Rafael Nadal, Ángel Nieto, Raúl, Carles Puyol, Mariano Haro, Fermín Cacho, Severiano Ballesteros, Dani Pedrosa o Lydia Valentín; La emoción que han propuesto con su música Julio Iglesias, Raphael, Monserrat Caballé, Alejandro Sanz, Sabina o Melendi; la pujanza y bonhomía de Amancio Ortega.
En definitiva que hoy también sabemos que contamos con políticos ecuánimes y objetivos, con auténticos padres de la patria que piensan y trabajan desde el verdadero desinterés por lo propio. Por eso, con la emoción queda el sentido homenaje a las mujeres y hombres que dirigiendo los destinos de esta España renuncian a algo que legalmente les pertenece.
Un lujo para esta / Mi querida España /Esta España mía / Esta España nuestra, /Pueblo de palabra, / Y de piel amarga / Dulce tu promesa / Quiero ser tu tierra / Quiero ser tu hierba / Cuando yo me muera.