Aparicio pone cordura y paz en fechas tan entrañables
NO ES LA PRIMERA VEZ que en la patronal de Castilla y León alguien tiene algún desliz de carácter provincialista como el perpetrado en los últimos días por la vicepresidenta de Cecale a la vez que presidenta del empresariado vallisoletano, Ángela de Miguel, quien dijo que la apuesta industrial debería de ser por el eje Valladolid-Palencia-Burgos, que realmente es el eje industrial que existe. Y claro, eso ha levantado en armas a sus compañeros de las otras siete patronales excluidas del desarrollo industrial, con sus provincias y su millón y pico de habitantes. No es la primera vez porque eso mismo lo dijo hace unos años su antecesor, Miguel Ángel Benavente, otro fenómeno de la retórica inconsciente. Entonces se encontró primero con la respuesta de los sindicatos, que plantaron cara a la decisión de marginar a más de la mitad del territorio con el modelo de apuesta industrial de potenciar lo que ya está. Que tiene su lógica. Pero explíquenselo al resto que ve como su tierra va camino de convertirse en un desierto sin horizonte. El asunto esta vez ha causado más que revuelo y le ha servido a la UPL para potenciar sus afanes secesionistas. Es decir, la presidenta vallisoletana se ha convertido en la mejor aliada y aliento de las tesis de los leonesistas estos días. Las declaraciones las carga el diablo. Santiago Aparicio, procedente del empresariado soriano, se ha sentido agraviado directamente. Pero además ha tenido que hacer de tripas corazón para evitar una crisis interna en Cecale y evitar el cese de Ángela de Miguel, cuya cabeza pidieron, en el primer calentón, no sólo desde el empresariado leones. Y la conclusión es que mal se va a templar el debate reabierto cuando los que deberían sosegarlo acuden a apagarlo con gasolina. Aparicio, en este caso, ha puesto cordura y paz en estas fechas navideñas tan entrañables.