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POLIDEPORTIVO

Tokio comienza en Río Esgueva

JUEGOS PARALÍMPICOS. Las instalaciones vallisoletanas son el punto de partida de preparación para varios deportistas que pueden estar presentes en la cita paralímpica de este verano / Entre ellos, el nadador local Luis Huerta

El vallisoletano Luis Huerta se lanza a la piscina durante una prueba.-E.M.

Publicado por
J. I. Fernández

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En la Avenida del Valle Esgueva se encuentra la primera estación con rumbo a Tokio 2020. Allí, en el centro de Tecnificación Río Esgueva, sacan billete para los Juegos Paralímpicos los deportistas de Valladolid y de Castilla y León con mayor talento. Cuando restan menos de 300 días para la gran cita, son varios los que se esfuerzan contra reloj para poder hacer la maleta con rumbo a las tierras del sol naciente.

El Centro de Tecnificación Deportiva Río Esgueva, clasificado así por el CSD, cuenta con más de 42.000 metros cuadrados dedicados al alto rendimiento deportivo con una residencia de deportistas, una pista de atletismo, un módulo cubierto de atletismo y otro tipo de modalidades deportivas, dos piscinas cubiertas y una descubierta de competición, además de un pabellón de gimnasia y un pabellón polideportivo como espacios más singulares. Es aquí donde acuden los mejores talentos regionales para ponerse en marcha de cara a conseguir su objetivo más importante: participar en unos Juegos Paralímpicos.

LUIS HUERTA

El vallisoletano Luis Huerta (2001) es uno de los que tienen su sueño más cerca. El nadador sigue con su proyección y el pasado verano ya participó en el Mundial de Londres defendiendo los colores de la selección donde finalizó quinto. «A mí la prueba que más me gusta es el 200 libres, porque es una prueba de constancia y velocidad», refleja un deportista que trabaja en la piscina del Centro de Tecnificación Río Esgueva para «bajar de tiempos y conseguir el mejor puesto posible». Desde el cuerpo técnico del combinado nacional se insiste en que la juventud de Luis le permite soñar con Tokio, pero sobre todo con los Juegos de París del próximo ciclo paralímpico. El pucelano se ha convertido en uno de los referentes de la piscina paralímpica en la comunidad y un ejemplo para un grupo de jóvenes deportistas que siguen sus pasos en el CD Fusion u otros clubes de Castilla y León.

MARTA FERNÁNDEZ

El caso de Marta Fernández (Burgos, 1994) es muy singular. La burgalesa es la sonrisa que contagian al resto de deportistas del Centro de Tecnificación de Natación de Río Esgueva donde entrena desde hace siete años. Su pase para estar en Tokio depende de una ‘calificación internacional’ para poder aspirar a competir con la selección española a nivel mundial. En su currículum aparece campeonatos de España en 400, 200 y 100 metros libres, conseguir la plata en 50 libres y 200 estilos y el bronce en el relevo 4×100 estilos.

Burgalesa de nacimiento, reside en Valladolid donde compagina su carrera deportiva con sus estudios de Administración y Dirección de Empresas. Fernández acaba de participar en una concentración del Grupo de Tecnificación Nacional de Natación de la Federación Española de Deportes de Personas con Parálisis Cerebral en el Centro de Alto Rendimiento de San Cugat. «Los juegos de Tokio son el sueño de todo deportista y también el mío. Sería un honor y un orgullo poder participar representando a España. Yo lucharé por conseguir las marcas mínimas para poder participar pero el primer paso es pasar la clasificación Internacional. A ver si pudiese ser en las competiciones de Lignano o Sheffield», comentó la burgalesa en una entrevista para la web de Deporte Adaptado CYL.

SALVA CANO

Para ver a Salva Cano hay que salir a las pistas de atletismo del Río Esgueva. Allí, el del Club Atletismo Valladolid, aunque andaluz y federado en Fedeacyl, se prepara a conciencia para llegar a la cita paralímpica nipona participado en la prueba de lanzamiento de jabalina en la categorías F12-F13 de discapacidad visual. Tienes opciones de acudir y más aún después de su participación en el reciente Mundial de Dubai para personas con discapacidad. Llegó con una de las mejores marcas para estar luchando por las posiciones de podio, pero tres días antes de la final, sufrió una lesión en la parte posterior de la pierna, lo que ha hecho que no haya podido estar al 100 %. Pese a ello, finalizó noveno con 45.45. En su palmarés también figura un cuarto puesto en el Europeo de Berlín en 2018.

MÁS OPCIONES

No son los únicos castellanos y leoneses que tienen intención de estar en Tokio el próximo verano, aunque en su caso no tienen a Río Esgueva como base de las operaciones. Uno de ellos es el vallisoletano Pablo Lavandeira, que se ha convertido en un habitual en las concentracciones de la selección española de baloncesto en silla de ruedas.

El saltador de altura leonés Daniel Pérez, que entrena en su tierra, y la atleta de 200 metros, la burgalesa Lia Bee, que lo hace en Madrid, también tienen muchas papeletas para estar allí. Pérez se quedó a las puertas de los dos anteriores Juegos Paralímpicos y ahora tiene en Tokio su sueño más inmediato. En el Mundial finalizó noveno en el salto de altura. Por su parte, la velocista con deficiencia visual tiene en su palmarés ser campeona continental en Berlín, título obtenido hace un año. Y hace unas semanas consiguió la séptima plaza en la prueba de los 400 metros en la cita mundialista celebrada en Dubai (Emiratos Árabes Unidos).