La Autovía del Duero es vital y exige cumplir los plazos
VITAL, ESENCIAL, LARGAMENTE esperada y demandada. Esto y muchas cosas más es la Autovía del Duero para Castilla y León. Pero, pese a todo, los gobiernos, da igual aquí el color con el que se pinten, siguen sumando retraso tras retraso.
El próximo tiene que ver con las obras del tramo de la A-11 en la provincia de Valladolid, que ve cómo en la licitación de sus obras ya se anuncia una demora de un año respecto al final que se había previsto. Retraso de doce meses que podría justificarse si no fuera porque esta obra sólo hace que acumular retraso tras retraso y así durante más de veinte años.
Pero no sólo las obras no se van a cumplir dentro del plazo previsto. Sobre mediados del pasado año el Ministerio de Fomento dijo que estas obras se licitarían en el primer trimestre de 2019 y ya se llegando junio.
El tramo de autovía entre Quintanilla de Duero y Tudela abarcará 20,6 kilómetros. Por otro lado está el tramo Quintanilla-Olivares de Duero, de 14,5 kilómetros, que también forma parte de las obras de la A-11. Serán entonces 35 kilómetros de recorrido de una autovía muy demandada por la población.
Tal y como anunció el ministerio el pasado mes de noviembre, el nuevo tramo de autovía dispondrá de tren enlaces, cinco pasos superiores, seis pasos inferiores, un ecoducto y dos viaductos. En cuanto a las características comunes de ambas partes de la A-11, más arriba mencionadas, la autovía tendrá una calzada de 2 x 7 metros; dos arcenes interiores, cuando la mediana sea de 10 metros, de un metro de anchura; arcenes exteriores de dos metros y medio. Ese trazado es el que se propuso en 2008.
El proyecto está diseñado para transitar a una velocidad de 120 kilómetros por hora, excepto en el tramo inicial y final, donde la velocidad deberá reducirse a 100 kilómetros por hora. Actualmente el itinerario de lo que será la A-11 se realiza por la carretera N-122, que responde al perfil de una calzada única con un carril para cada sentido de circulación, que soporta una intensidad media de 6.300 vehículos diarios en este ámbito. La nueva autovía será una alternativa más rápida y segura a la actual N-122. El Consejo de Ministros acordó a principios de este mes la declaración de ocupación urgente en el procedimiento expropiatorio de las obras de construcción de los dos tramos contiguos de la autovía del Duero.
Una urgencia que, a la vista está brilla por su ausencia, salvo que desde el ministerio de José Luis Ávalos la palabra urgencia tenga otro significa desconocido hasta el momento como sinónimo de atraso. Es hora ya de actuar y de trabajar para acometer el final de ésta y otras autovías, como la Valladolid-León que son vitales para la Comunidad.