Canastas con raíces
El CB Juncos se acerca a la mayoría de edad como el referente del baloncesto en Laguna , donde 180 jugadores disfrutan de este deporte
La laguna que da nombre a la localidad vallisoletana de Laguna de Duero ha demostrado contener nutrientes de sobra para alimentar al deporte. En uno de los escalones más altos de la pirámide se encuentra el baloncesto y, es que, hace 17 años comenzó a brotar una canasta que ya ha enraizado, haciendo de Laguna un vivero de talento y diversión.
Hay que pasar hacia atrás varias páginas del libro de historia para encontrar el momento en el que el CB Juncos puso su primera semilla sobre el parqué. Corría el año 2002 cuando se bautizó a un club que comenzó a andar dos años después con nueve equipos. Hoy, la familia ha crecido hasta ser 14 los conjuntos que defienden su escudo.
Fomentar el crecimiento personal a través del deporte fue el lema de una casa que, a punto de celebrar la mayoría de edad, sigue siendo fiel a los principios sobre los que se cimentó el club. Una máxima de la que se empapan los 180 miembros que conforman la familia del CB Juncos, un número que ha visto cómo decrecía este año al tiempo que cubría ese vacío con calidad, como explica el coordinador deportivo de la entidad lagunera, Óscar Bernal: «Lo que hemos perdido en categorías inferiores (el año pasado contaban con cinco equipo alevines y benjamines y este año con tres) lo hemos ganado en calidad».
Los polideportivos de Torrelago y La Nava se han convertido en la pista de despegue bajo la canasta de un club que hace patria de Laguna de Duero con un 85% de jugadores autóctonos del municipio vallisoletano. Con estos mimbres, el club se ha lanzado a tejer un equipo en la competición autonómica, un hito en categoría de formación para un club que apostó por no cortar las alas al cadete femenino cuando éste dio argumentos sobre el parqué: «El año pasado el nivel que demostraron en escolar fue bastante bueno y creíamos que su lugar estaba en la autonómica. Las niñas quisieron y fuimos hacia adelante. Tal vez los resultados no hayan sido los esperados, pero las niñas están contentas y quieren seguir», asegura Bernal.
Sin ser un club concebido para reinar, el Juncos ha sabido conquistar varios territorios, como la liga escolar conseguida este curso por el cadete masculino. La mira del club lagunero apunta a la formación y es aquí donde sus 180 jugadores y jugadoras tienen un plus difícil de encontrar en cualquier otro lugar. Cada equipo cuenta con dos o tres entrenadores; una cualidad que permite una atención más personalizada. El año que viene, el CB Juncos pasará de 16 a 26 entrenadores, un fenómeno que nada a contracorriente de la cotidianidad del deporte de base y que explica Óscar Bernal: «Siempre hemos tenido que doblar entrenadores y este año ha sido al contrario. Queremos trabajar mucho con los niños para que se vea que hay aprendizaje. Ahora se suman muchos entrenadores que vienen de categoría júnior y cadete. Se les dio la posibilidad de hacer el curso de entrenador. Les ha gustado, lo han probado y van a entrar».
Desde escuela hasta sénior, todas la categorías tienen su escudo en competición. Recuperar el alevín femenino es la única asignatura pendiente en el boletín del Juncos, que este año sumó dos equipos júnior. «El principal objetivo es intentar tener todas las categorías cubiertas en masculino y femenino y, en la medida que lo permita el pabellón, intentar mejorar en calidad y número de equipos», declara.
Todos ellos se vuelvan cuando el baloncesto abre su ventana con vistas a la Laguna y el municipio se viste de fiesta. Desde hace 22 años Laguna de Duero observa cómo una marabunta de balones naranjas invade el polideportivo de Laguna de Duero con motivo del Día del Baloncesto, que vivió el pasado fin de semana una nueva edición. 800 jugadores llenaron de color seis canchas para disfrutar de un maratón de baloncesto al que estuvieron invitados (además de los equipos de Valladolid) clubes procedentes de Palencia, Burgos, Zamora o Segovia.
Sin embargo, el Día de Baloncesto no es la única joya en la corona del CB Juncos. El club espera que el Torneo Cadete Villa de Laguna resurja de sus cenizas para celebrar su décimo aniversario después de un año de paréntesis por falta de presupuesto. La cita con el futuro de la canasta nacional se ha convertido en una interesante cita para equipos como Real Madrid, Barcelona, CAI Zaragoza o Unicaja, un escaparate para «hacer ver otro tipo de baloncesto en Laguna».
El club lagunero espera que, en el puente de la Constitución, Laguna de Duero vuelva a disfrutar de los mejores cadetes de España; diamantes en proceso de pulir que serán los futuros Doncic, Pau Ribas, Franch o Radoncic, jugadores que ya dejaron su poso sobre el mismo parqué en el que crece la cantera lagunera a la que el Juncos quiere acompañar en su formación: «Nuestra máxima es que se diviertan y aprendan, no que vengan a pasar el rato. Todos somos competitivos, pero unos lo demuestra de una manera y otros de otra. Nosotros salimos a ganar, pero sabemos los condicionantes que tenemos», concluye Óscar Bernal.