¡La alcaldía o yo!
QUERIDO alcalde, queridísima alcaldesa. En estos momentos, sin duda trascendentales en vuestra vida pública, quiero felicitaros por vuestro rotundo éxito electoral y desearos suerte si, por necesidad, estáis afrontando fructíferas alianzas en beneficio siempre de vuestro pueblo.
Me consta que os rondan en la cabeza los consejos de los vuestros, sobre todo de la pareja, o sea, «la media naranja», sin la que nunca tomáis decisiones importantes en la vida sin antes alcanzar el consenso previo, salvo en lo del ayuntamiento. Sabemos que os han llenado la cabeza de frases de ánimo, cariño y estímulo como estas: «Tú, ¿para qué te quieres complicar la vida?, pero, qué sacas de esto? Y ¿quién te paga todas las horas que echas?» Y añaden… «¿y la gasolina quién la paga y por qué el coche le pones tú siempre?» U os recuerdan… «Y encima aguantando a esa secretaria o ese secretario que te pone palos en las ruedas y te amarga la vida». Y, además, siempre salen las siglas: «Los de tu partido que tanto hablas... mucho, mucho para que te presentes y luego no te dan ni para farolas y encima le hacen diputado o diputada a fulanito o menganita». Y suben el tono: «¡Es que me sacas de quicio! ¡Cómo si no hubiese otra vida que la del ayuntamiento! Deberías preocuparte más de los chicos y de tus hijas, que están en una edad complicada. Y de tus amigos. Y de tu trabajo. Que lo tienes abandonado y es de lo que come tu familia». «¡Otra vez al ayuntamiento! Total para lo que te lo agradecen… y además sabes lo que te digo: que no se lo merecen...» «¿Y qué hacen tus concejales? Tocarse las narices y no ayudarte y encima todo el día cuestionando lo que haces… Y ese de la oposición echando abajo todo que quieres hacer en tu pueblo. Pues, ¿sabes lo que te digo? Que ¡o la alcaldía o yo!, elige».
Pues eso, que gracias por elegir la alcaldía otra vez en tu pueblo. Y gracias a los tuyos por ser tan comprensivos. Y gracias por combatir la despoblación y por tu generosidad. Y que sepas que somos muchos los que desde la distancia valoramos el trabajo de los alcaldes y alcaldesas en los pequeños pueblos de esta región. Gracias alcalde, gracias alcaldesa. Que sepáis que yo sí os he votado y lo haré mientras existan los pueblos y gente tan generosa como vosotros.