Positiva evolución del paro y de las afiliaciones
EL MES DE marzo ha dejado buenas noticias en materia laboral, ya que concluyó con resultados positivos tanto en el desempleo, que rompe el suelo de los 150.000 parados, como en materia de contratación, ya que superó los 900.000 afiliados. El resultado ofrecido ayer por el Ministerio de Trabajo es aún mejor si se tiene en cuenta que la Semana Santa, que siempre genera empleos temporales, va a celebrarse en abril y no en marzo, como ocurrió el pasado año. La cifra de parados fue la menor de la última década, con 148.767 –lo que rompe la barrera psicológica de los 150.000–, al registrar una caída del 7% (11.280) en relación al mismo mes de 2018.
La reducción es dos puntos superior a la que se produjo en el conjunto del país y situó a Castilla y León como la quinta comunidad con mayor contracción del desempleo interanual. Solo la superaron Castilla-La Mancha, Extremadura, Galicia y País Vasco.
La caída del paro se produce en las nueve provincias, en mayor o menor medida, al igual que en todos los sectores con la única excepción de los inscritos en las oficinas del Ecyl que no han trabajado con anterioridad. Es destacable que Servicios, el sector de mayor peso en la Comunidad, es el que presenta con diferencia el descenso del paro más pronunciado en términos absolutos, hasta el punto de que el 75% de los castellanos y leoneses que abandonaron las listas del Ecyl en marzo se concentran en este sector. En términos relativos, el mayor recorte fue en la Construcción, con una caída porcentual del 23% en un año.
A pesar de esta buena evolución, el ritmo de reducción del paro se ha ralentizado, ya que es el más bajo en un mes de marzo desde 2015. También hay que aplicar un moderado optimismo a la hora de analizar las afiliaciones a la Seguridad Social. Castilla y León cerró marzo con el mayor número de afiliados a la Seguridad Social desde 2011 y por primera vez en ocho años rebasó el techo de los 900.000 cotizantes.
En números absolutos, se contabilizaron 910.398, que representan fueron 13.659 más que los contabilizados justo un año antes. A pesar de ello, el ritmo de contratación fue inferior al nacional, ya que mientras la afiliación interanual creció en la Comunidad un 1,52%, en España lo hizo un 2,93%. Y no solo eso. Fue, junto con Asturias, la de menor dinamismo y anotó el menor incremento desde que en 2015 emprendiera la senda creciente del empleo.
Por tanto, no hay que bajar la guardia ni caer en la autocomplacencia. Todavía no se ha llegado al millón de empleos al que aspiraba la Junta, a lo que se suma la precariedad laboral y el elevado número de parados, de los que la mitad no cobra ningún tipo de prestación.