Más atención al aumento de delitos de menores
LA MEMORIA de la Fiscalía de Castilla y León alerta del ascenso de los delitos cometidos por menores y advierte de que las condenas de los adolescentes se producen cada vez en una edad más temprana. Se trata de un fenómeno que no por conocido es menos importante, sobre todo porque está en juego la educación y el presente y el futuro de los jóvenes de la Comunidad, algo que afecta e implica de lleno a toda la sociedad.
Que el año pasado aumentaran un 18% los delitos cometidos por adolescentes y jóvenes no solo es un dato preocupante, sino que invita a una reflexión conjunta y a una labor coordinada de las diferentes administraciones públicas para corregir el rumbo ascendente de la delincuencia juvenil.
La titular de la Fiscalía de Castilla y León, Lourdes Rodríguez, pone el acento en el creciente uso inadecuado de las redes sociales, el aumento de las agresiones, el acoso entre iguales y sobre todo, el deterioro de las relaciones entre padres e hijos;este último con una constante: la retirada de las denuncias y la dificultad para contrastar las agresiones familiares.
En la amplia memoria de la Fiscalía se piden medidas razonables; incluso para el funcionamiento del centro Zambrana de menores en Valladolid, el único para acoger a menores infractores y menores que han cometido delitos.Aunque la Consejería de Familia niega que la Fiscalía haya solicitado la separación de los menores infractores (vía civil) de los que han delinquido, se hace imprescindible que se produzca la necesaria coordinación y diálogo para reconducir, si esto es eficaz, la situación del centro.
En cualquier caso, la misma sensibilidad institucional que se está demostrando con la violencia de género habría que trasladarla a este ámbito de los menores.El caso de la pequeña Sara en Valladolid demostró serias lagunas de coordinación que incluso constan ahora en la Memoria de la Fiscalía.Aunque la representante del ministerio público se muestra satisfecha en el documento por la relación con otras administraciones e incluso se anticipa un nuevo protocolo de violencia de género, es imprescindible intensificar los contactos y precisar nuevas medidas con los menores que vinculen a las administraciones educativas, policiales y judiciales.