Un nuevo modelo de financiación universitaria
EL INFORME sobre las universidades españolas que elabora periódicamente la Fundación Conocimiento y Desarrollo (CYD) ofrece una radiografía bastante fiel de la situación de cada una de estas instituciones académicas y una comparativa entre ellas en materias como la financiación pública y privada, los gastos por alumno y de personal, o el saldo presupuestario de financiación.
Esta relación de datos puede dar una idea general, pero sería preciso ahondar en cada universidad para conocer las razones precisas de por qué una recibe más financiación pública, o más ingresos por tasas, o unos gastos mucho mayores que otras, o presenta un mayor desequilibrio presupuestario.
Por tanto el documento debe tomarse como una aproximación a la realidad de las universidades, porque, por poner un ejemplo, no pueden ser iguales los gastos de una universidad como la de Valladolid, con una plantilla envejecida, que los de la Universidad de Burgos, la última pública en ver la luz en la Comunidad.
Con estas salvedades, el informe CYD sobre el curso 2016-2017 revela que la Universidad de Valladolid fue la única deficitaria, es la mejor financiada por el Gobierno regional, registra el mayor gasto por alumno y es la que menos ingresa de media por tasas de las cuatro instituciones públicas de Castilla y León. En este último capítulo, Salamanca es la que mejor parada sale, muy por encima del promedio regional y en la octava posición en el conjunto de las instituciones académicas presenciales de país.
La Universidad de León, por su parte, ofrece el mejor saldo presupuestario, con un superávit del 4,2% y es la cuarta del país en tasa de ahorro bruto, y Burgos es la de menor gasto en materia de personal.
En lo que se refiere al conjunto del sistema público universitario de la Comunidad, la Junta aportó una media de 6.206 euros por alumno, lo que la sitúa en la décima posición de las autonomías, con 420 euros más que el promedio del país. En cuanto a las tasas, precios públicos y otros ingresos, fue la quinta en el ranking autonómico, solo superada por Cataluña, el País Vasco, Madrid y la Comunidad Valenciana.
Las diferentes realidades de las universidades de Castilla y León deben ser contempladas con un nuevo modelo de financiación. Es una asignatura pendiente desde hace años y, si este gobierno regional ya no va a tener tiempo de abordar por la proximidad de las elecciones, debería figurar en el programa del próximo Ejecutivo autonómico para favorecer un equilibrio entre las distintas instituciones académicas.