De la indecencia política o del afán inaugurador

PARECE QUE EL MINISTRO de Fomento sigue en sus trece de celebrar un acto político para la apertura del trozo de autovía entre León y Valladolid que como símbolo de incapacidad política no tiene parangón. Será sin duda una imagen esperpéntica y un tanto infame.

Ver a un puñado de políticos, anegados de asesores y chóferes, para abrir 15 kilómetros de autovía, por los que, además de los años han transitado media docena de ministros, el actual incluido. Este últimos también tiene su pequeña culpa en los retrasos. Pues la ha tenido cerrada mes y medio a la espera de fecha en la agenda y para hacer tiempo, como simulando que ha hecho algo. Esos kilómetros están acabados y más que acabados desde finales de mayo, como ya publicó y certificó este periódico. Pero bueno, José Luis Ábalos, quiere estrenarse así en Castilla y León. Esperemos que esto no sea un presagio de que el resto de infraestructuras van a seguir paralizadas.

Ábalos lo que tiene que hacer el miércoles, además de hacerse la foto con la obra por la que no ha hecho nada, es explicar cuál es el horizonte de los numerosos proyectos empezados y empantanados

en Castilla y León. No hay Comunidad con tantas obras inacabadas. Y ya va siendo hora de ir acabando algunas, como estos 15 kilómetros que empezó José Blanco siendo ministro, paralizó Zapatero cuando le sobrevino la crisis que no quiso ver, y han tenido en el limbo los ministros del ramo de la era Rajoy. El último, el sorayista De la Serna, intentó incluso ralentizarla para llevarla al próximo año, en vísperas de las municipales y autonómicas.

Pero la justicia poética es así y la indecencia política, también. En principio hay inauguración porque, aunque no hay oficialidad para los ciudadanos, desde el ministro ya han citado a políticos y politiquillos para el miércoles a las 17.30. La política no deja de asombrarnos.