Evolución lenta pero firme hacia contratos indefinidos
LOS CONTRATOS indefinidos cayeron de forma radical con la crisis económica y todavía resultan minoritarios en un mercado laboral caracterizado por la precariedad. En la actualidad, la temporalidad es la característica de 856.036 contratos que se firman en Castilla y León, frente a los 47.212 que tienen carácter indefinido, aunque la evolución de estos últimos tiende a mejorar.
Durante el pasado año, según los datos del Servicio Público de Empleo, 31.926 contratos temporales se convirtieron en indefinidos, lo que supone un crecimiento del 21% respecto a 2016. Es la cifra más alta de los últimos nueve años y revela una tendencia creciente, dado que presenta un 84% más que en 2014, el peor año desde que comenzara la crisis, en el que se solo se contabilizaron 17.380 contratos temporales transformados en indefinidos. Los datos son más favorables que los que se observan en el conjunto nacional, ya que en España, el incremento ha sido en el mismo periodo del 18%, por tanto, tres puntos menos que en Castilla y León. Además, solo otras cinco comunidades están por delante: Baleares, La Rioja, Extremadura, Andalucía y Valencia.
La evolución ha sido favorable en todas las provincias, pero es particularmente llamativa en León, donde la reconversión de contratos temporales en indefinidos ha aumentado un 35,6%, un porcentaje solo superado en el conjunto del país por Granada. En la región, Zamora y Valladolid comparten el segundo lugar, con algo más del 22%. El tercero es para Palencia, con el 20% de incremento, con lo que esta provincia prácticamente iguala la cifra de hace una década. Por el contrario, Castilla y León está todavía un 24,5% por debajo del mejor dato conseguida en 2007, cuando se transformaron a indefinidos 42.283 contratos temporales. Los sindicatos mayoritarios, CCOO y UGT, coinciden en el escaso peso que tienen todavía estas reconversiones, que, por otra parte, ven lógicas en la actual coyuntura económica. Y es que la recuperación de la actividad empresarial y el crecimiento del PIB deben conducir, según representantes de ambos sindicatos, a reducir la precariedad laboral.
Aunque el proceso sea lento, como reflejan las estadísticas y subrayan las organizaciones sindicales, el paulatino incremento de los contratos indefinidos confirma una tendencia positiva del mercado laboral, como apunta un experto de la empresa de recursos humanos Randstad. Lo importante es que esa tendencia se consolide y, sobre todo, se acelere, como ya propuso recientemente en Valladolid la ministra de Trabajo, Fátima Báñez, al abogar por un empleo de calidad.