Garoña, el primer test serio de la bicefalia del PP

Sin duda alguna será un fabuloso termómetro para medir como resiste las tensiones reales la bicefalia adoptada desde mayo pasado por el PP de Castilla y León. Hasta ahora todo ha ido sobre la seda porque no han existido conflictos reales. Sería bueno saber que opina el presidente del PP de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, de la decisión repentina de Rajoy de no reabrir la central nuclear burgalesa. Decisión que, siendo un consenso general, no ha venido precedida por una alternativa los efectos que ocasionará en la economía del entorno. Hasta el PNV, activo partidario del cierre, empezó a reivindicar ayer medidas para combatir los efectos negativos.

Populismo nacionalista. Tal vez habría que haber empezado por ahí, porque el debate lleva 10 años desde que lo inaguró Zapatero. Eso sí, como era habitual en él sin alternativas. No hay más que preguntar por su política energética en las cuencas mineras de su León natal. No hay más que ir a ver su herencia en esos territorios mineros en los que luego se cebó ministro Soria, que luego supimos que merodeaba paraísos fiscales. Pero a lo que íbamos:Garoña y la bicefalia. Ya sabemos lo que piensa Herrera. Y por si había duda lo ha dejado escrito en género epistolar con destino a Rajoy. ¿Se sumará Mañueco al agrio lamento de Herrera contra Rajoy? De momento el PP de Castilla y León, a través de su número dos, Francisco Vázquez, se ha alineado con Herrera, aunque haya sido en tono timorato. Ha asumido los reproches del presidente autonómico, más por las formas que por el fondo, a los modos que sigue teniendo el Gobierno de Rajoy con Castilla y León. Esperemos a ver que dice Mañueco. Si es que dice. Esta igual libra por lo veraniego del momento elegido por Rajoy. Pero oportunidades habrá.